Gareth Bale está de dulce. Tras unas semanas de tiranteces con José Mourinho por sus lesiones y su bajo rendimiento, el jugador galés vive su mejor momento de la temporada en el Totteham. El conjunto londinense dio un pasito hacia los puestos europeos guiado por el 'Expreso de Gales', que anotó dos goles y dio una asistencia en la victoria sobre el Burnley (4-0).

Es un secreto a voces que el Madrid, tras cederle al equipo del que le fichó en el 2013, suspira porque Bale firme una gran temporada este año en la Premier, de manera que alguien se anime a poner una cantidad sobre la mesa para ficharle definitivamente (tiene contrato con el club merengue hasta el 2022). Pero esos planes se habían torcido con la vuelta a la rueda de lesiones del jugador en diciembre y su pobre rendimiento en los inicios de año.

"Ha llevado tiempo"

Pero todo parece haber cambiado en las últimas semanas. Con los dos anotados este domingo, Bale suma cuatro goles en los cuatro últimos partidos, pues ya fue capaz de marcar al Wolfsberger austriaco tanto en la ida como en la vuelta de dieciseisavos de la Liga Europa. Una racha en la que también ha dado tres asistencias.

"Sí, me voy acercando", ha dicho este domingo el jugador sobre si está ya al nivel que desearía estar. "Ha llevado tiempo, pero estoy contento, mejorando físicamente y cogiendo confianza. Es lo que se ha podido ver en mis últimos partidos", añadió.

"Estoy muy contento por él y muy contento por el equipo, porque necesita su talento. Estoy contento porque cuando su condición es buena puede hacer cosas como las de hoy. Su partido fue muy bueno, no solo marcando, sino cambiando velocidades, yendo hacia adentro", elogió Mourinho al galés tras la victoria.

La distensión entre ambos es clara. "No tiene que convencerme de nada, es un futbolista que tiene cualidades especiales", había señalado hace unos días el técnico portugués. "Se trata de que esté preparado para jugar los minutos que todos queremos que juegue. Si ves el número de partidos que ha jugado en los dos últimos años, es un proceso". Efectivamente, la de este domingo era tan solo su tercera titularidad en la Premier esta temporada (lo fue en la 8 y en la 21), pero la aprovechó a la perfección. No se habían cumplido dos minutos de juego cuando, cambiando los papeles con Son, se adelantó a los centrales para rematar de primeras un centro desde la derecha del coreano.

Primer doblete en año y medio

El gol fue una bendición para el Tottenham, que temía el cerrojazo habitual del Burnley. Con más espacios, un pase en profundidad de Bale lo aprovechó Kane para anotar el segundo. Lucas Moura sentenció antes del descanso con una volea a centro de otro exmadridista, Reguilón.

No iba a ser este el primer partido en que Bale completara los 90 minutos (Mourinho no es ajeno a su propensión a las lesiones), pero antes de irse al banquillo sustituido por Lamela en el minuto 70 aún le dio tiempo a marcar el segundo de su cuenta particular con un disparo al palo largo, para firmar su primer doblete en año y medio.

"El músculo del cerebro"

"A Gareth se le ve más feliz que nunca, confiado", había expresado Mourinho antes de partido. "En los entrenamientos se puede ver que ha recuperado la confianza, por la forma en que ataca". El técnico portugués cree que el disparo con el que batió la portería del Wolfsberger el miércoles es otra muestra de que algo ha cambiado. "Fue un tiro de confianza. Un jugador que tiene miedo o sentimientos negativos nunca hubiera hecho ese tipo de tiro. Golpear la pelota de esa manera creo que significa mucho. Significa liberarse del músculo del cerebro. Para eso tienes que estar en buenas condiciones. Él está en las mejores condiciones desde que llegó", explicó.