Le quedan al Real Zaragoza 11 partidos para sellar la vital permanencia en Segunda, un triste objetivo pero fundamental en la supervivencia futura de la entidad, que sufriría un terrible golpe, aunque sus propietarios quieran decir que no funesto, en caso de descenso a la Primera RFEF, a la actual Segunda B. Para eludir esa tragedia, el equipo zaragocista, con dos puntos de margen con el descenso tras los resultados de este miércoles y que si gana tomará una renta de 5, recibe este jueves al Cartagena (21.30 horas. Gol), un rival directísimo y que ahora es penúltimo. En los encuentros que restan hay que sumar cinco victorias, pero algunas tienen más valor que otras y la del Cartagena es de esas. Es un duelo de imprescindible triunfo y sobre todo de letal derrota, un partido en urgencias y a corazón abierto.

Todavía se discute si el punto del pasado sábado en Las Gaunas fue o no bueno. No lo pareció ante un enemigo directo y tocado, golpeado tras el gol de Juanjo Narváez, pero el Zaragoza guardó la ropa y quiso sacar brillo a un empate cuyo valor aumentará si es capaz de doblegar al Cartagena en una Romareda silenciosa y vacía que se ha convertido en el gran bastión para la permanencia. Allí, sin el aliento de su gente aunque sí con la fuerza espiritual de ellos, el Zaragoza ha sido capaz de ganar seis de los últimos siete partidos, cinco con JIM y uno con Iván, encajando una única diana, la que se metió Cristian Álvarez y supuso la única derrota, ante el Alcorcón, en esa racha de 18 puntos de 21 posibles que le sitúa como el local más solvente y menos goleado en los últimos 4 meses de Liga.

Con ese balance, el equipo aragonés, que va de susto en susto con el coronavirus, tras los positivos de Atienza el viernes y de Ros el martes, dos jugadores lesionados y cuyo contagio no se ha extendido entre el resto, o al menos eso dicen las PCR y los test de antígenos, necesita mantener esa solvencia en La Romareda, porque después por el Municipal, donde restan seis duelos por jugar, el listón va a subirse mucho, ya que los siguientes enemigos son tres rivales de la zona alta, el Almería, el Sporting y el Espanyol. Después, pasará el Castellón, en otro duelo a corazón abierto ante un rival directo y restará en la última jornada el Leganés, otro enemigo de alcurnia, pero quizá ya con sus objetivos sellados para entonces. El Zaragoza se ha agarrado para salvarse a su fortaleza como local, dado que fuera de casa es un desastre, pero el mal balance de forastero, 9 puntos de 48, aunque con JIM se ha mejorado algo, hace que cada partido en casa sea una final. La de hoy lo es.

El técnico alicantino, que se vuelve a encontrar como en enero con un club al que dirigió en dos etapas distintas, en Segunda B y en Segunda, ha recuperado a un equipo hundido y ha llenado el vestuario de mensajes positivos y de mayor confianza. El Zaragoza, con él, compite mejor y suma muchos puntos más que antes, con 21 de 39 posibles desde que arribó. Pero JIM es el más consciente de que queda mucho por remar, que cogió un Zaragoza en el pozo y que salir de ahí va a llevar a sufrir hasta el final, valorando cada pasito, por pequeño que sea o parezca, como el de Logroño.

Su plan, donde la estética queda relegada por el pragmatismo, pasa por fallar lo menos posible en casa y mucho menos ante rivales directos. Así, aunque lleve ya muchas finales desde que aterrizó, la de este jueves es algo más, un partido de 6 puntos y ganar el 'goalaverage' al enemigo tras el empate en Cartagonova en enero.

El rival se presenta en La Romareda tras cuatro partidos sin ganar, con dos puntos de los últimos 12 y con la vitola de ser un visitante discreto, con solo un punto más que el Zaragoza (10) con un viaje menos y sin ganar a domicilio desde el 5 de diciembre. El 'Efesé' le cambió la cara a la plantilla en enero, cuando llegaron Luis Carrión al banquillo y hasta ocho refuerzos, algunos de cierta enjundia como Azeez, De Blasis, Cristian López o Datkovic. Sin embargo, una revolución con el tren en marcha nunca es sencilla y el Cartagena es verdad que ha ganado en poso y en capacidad defensiva, porque su zaga era la peor con diferencia de Segunda, y aún sigue siendo la más goleada, pero no le ha dado todavía para salir de abajo, con solo dos triunfos desde que acabó el mercado de enero, y 9 puntos de 24 posibles entre febrero y marzo.

El Cartagena recupera a Carrasquilla, tras estar con Panamá, y a Gallar, que ha superado sus molestias, mientras está pendiente de si llegará a tiempo Coulibaly. Son baja De la Bella, David Simón, Clavería y Nacho Gil, lesionados, Raúl Navas, sancionado, y Aburjania, tras jugar con Georgia. El partido supone el retorno a La Romareda de Julián Delmás, canterano cuyo papel es ahora residual en el rival, y la amenaza de Rubén Castro, un ilustre veterano al que se le da muy bien hacer goles al cuadro blanquillo. Con todo, el Zaragoza no tiene ni un instante para pararse en esos detalles. Necesita ganar y solo le vale ganar. El partido es a corazón abierto.

Alineaciones probables:

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray, Jair, Francés, Nieto; Eguaras, Francho, Zapater; Bermejo, Juanjo Narváez y Álex Alegría.

Cartagena: Chichizola; Antoñito, Andújar, Datkovic, Forniés; Ramón Azeez, Carrasquilla, De Blasis, Cayarga; Elady y Rubén Castro.

Árbitro: Pulido Santana (Comité de Las Palmas).

Estadio: La Romareda. 21.30 horas