Cada desplazamiento para medir las fuerzas ante uno de los mejores equipos del campeonato es un billete asegurado al vacío para un Zaragoza que casi siempre ha sido capaz de puntuar en los feudos más difíciles de la categoría. De hecho, acumula ocho derrotas en los nueve partidos disputados en terreno de juego de alguno de los diez primeros clasificados y solo ha sido capaz de puntuar en Málaga, donde consiguió el primer triunfo fuera de casa de toda la temporada (1-2) tras el conseguido en los despachos en Santo Domingo como consecuencia de la alineación indebida del Alcorcón.

Así, cada salida a un campo complicado es sinónimo de derrota para un Zaragoza que, además, suele regresar sin haber marcado. El balance total estremece: 15 goles encajados y apenas 5 marcados evidencian el gran problema del conjunto aragonés a lo largo de una temporada marcada por la incapacidad del Zaragoza como visitante. De hecho, su bagaje a domicilio es uno de los peores de toda la historia del club.

El 3-0 sufrido en Girona, eso sí, supone la peor derrota de la temporada de un Zaragoza que, con JIM, solo había encajado tantos golpes en Vallecas, donde el Zaragoza claudicó (3-2) a pesar de haberse adelantado en el marcador con un 0-2. Esas dos dianas y las anotadas en el triunfo logrado en Málaga suponen la mejor marca anotadora del Zaragoza fuera de casa en toda la campaña. Los problemas con el gol de los aragoneses vienen siendo un lastre demasiado pesado. El otro gol marcado fuera de casa ante uno de los mejores de la categoría lo marcó Narváez en Ponferrada (2-1), donde el rival también acabó remontando.

Pero, generalmente, cada salida a uno de estos campos se ha saldado con derrota zaragocista y, además, sin marcar un solo tanto. Seis de estos choques concluyeron sin nada que celebrar por parte de un equipo que perdió por la mínima (1-0) en sus desplazamientos a Leganés, Mirandés, Almería y Gijón. En los dos primeros, el entrenador era Rubén Baraja, mientras que en los otros el inquilino en el banquillo era Iván Martínez, que fue destituido después de caer en El Molinón ante el Sporting, precisamente el rival del Zaragoza el próximo viernes en La Romareda.

El desolador panorama del Zaragoza como visitante en los campos de los diez primeros se completa con la derrota en Barcelona ante el líder de la competición, el Espanyol, donde el cuadro aragonés cayó 2-0 también con Iván Martínez al mando. En todos esos viajes, el Zaragoza no ha estado a la altura salvo en Málaga, donde ganó, y en la primera parte en Vallecas. En el resto, solo aguantó lo que pudo.