Cómo ganar dos veces

No hizo grandes cambios Luis Casmiro, ni ha tenido tiempo ni hacía mucha falta. El técnico siguió el camino mostrado el pasado domingo, repitió quinteto inicial e hizo cosas lógicas, dio minutos a Justiz y solo jugó con pequeños cuando también lo hizo el Burgos. El reparto de minutos tampoco varió mucho y los puntos estuvieron en manos de Harris, Brussino, Ennis y Benzing. Ninguna revolución, ya se ve, simplemente un mejor aprovechamiento de los recursos.

Hubo dos partidos en Burgos. En el primero casi puede decirse que el Casademont pasó por encima del conjunto local. Bien atrás, muy seguro en el rebote, corriendo cuando tenía oportunidad, castigando los errores del San Pablo Burgos cada vez que fallaba de tres, el conjunto aragonés mostró un juego alegre, fluido, y la diferencia en el marcador fue aumentando poco a poco. Llegaron a ser 19 puntos de diferencia, 17 al descanso, que parecían dar tranquilidad al conjunto de Casimiro.

Pero en la segunda mitad hubo otro partido distinto. Ante una diferencia así, solo es posible volver al partido a través de una mejora defensiva, de mayor intensidad para provocar más errores en el rival. Fue lo que le tocaba hacer al San Pablo Burgos, pero los que no hicieron lo que debían fueron los colegiados, que permitieron de todo sin señalar nada. Cuatro faltas le pitaron al conjunto local, mientras que al Casademont le señalaron incluso dos técnicas, una a Casimiro por protestar y otra a Barreiro por flopping.

En esa nueva tesitura al Casademont le costaba mucho más anotar y solo hizo ocho puntos en el tercer cuarto, multiplicando sus errores y pérdidas y viendo reducirse poco a poco su ventaja hasta quedarse en nada. El equipo aragonés aguantó el tirón como pudo, sin irse nunca del partido, sabiendo sufrir. En realidad, el equipo aragonés mandó durante 35 minutos en el marcador por menos de dos de su rival, pero el resultado estuvo en juego hasta el final. Benzing con dos triples, el temple en los tiros libres y la acción final de Brussino, anotando de tres más allá del arco y ante la defensa de Benite, terminaron de decantar la balanza a favor del Casademont Zaragoza, de manera justa, además.

Porque el equipo se esforzó durante toda la tarde y supo jugar los minutos finales. Harris estuvo providencial evitando dos canastas del San Pablo Burgos y los exteriores aparecieron en el momento justo. El Casademont tuvo muy buen acierto de tres toda la tarde (13/22) y se llevó la batalla por el rebote (30-39), buenos síntomas para el equipo, que también pudo darle velocidad a su juego y correr a campo abierto. Como el domingo, no hubo apenas lanzamientos a destiempo y el equipo sumó 24 asistencias, muestra de que el juego fue más colectivo que otra cosa durante todo el partido.

Luis Casimiro pudo estrenarse así con victoria, sin tocar mucho, como ya avisó en la previa. Su reto es hacerse con el equipo sobre la marcha y que su mano se note sin apenas poder entrenar por la acumulación de partidos. Con victorias todo es más fácil y el Casademont ve ahora las cosas de otra manera. Las seis derrotas seguidas parecen ya cosa del pasado. Ahora acumula dos triunfos consecutivos y una imagen mucho más acorde con lo que puede dar y ofrecer en la pista.