La UEFA confirmó que el estadio Do Dragao de Oporto reemplazará al Ataturk de Estambul como sede de la final de la Liga de Campeones entre el Manchester City y el Chelsea el sábado 29 de mayo (21:00h CET).

El cambio de sede responde a las grandes dificultades de viaje para los aficionados de los dos clubes ingleses a Turquía por la inclusión de este país en la "lista roja" del Reino Unido y la oferta de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) para organizar el partido.

La UEFA explicó que la celebración de la final en Turquía habría supuesto que ninguno de los aficionados nacionales de los clubes pudiera viajar al partido.

"Después de un año en el que los aficionados no han podido acceder a los estadios, la UEFA pensó que había que hacer todo lo posible para garantizar que pudieran asistir de los dos equipos finalistas", añadió el ente, que también "discutió" que la final se jugase en Inglaterra, pero que "no fue posible lograr las exenciones necesarias de los acuerdos de cuarentena del Reino Unido".

Fue entonces cuando entró en escena Portugal, que ya el año pasado organizó la 'Final a 8' de la competición, con la final entonces en Lisboa, para "ofrecer un lugar adecuado para la final", apoyado en tener el visto bueno como destino por las autoridades británicas.

"La decisión no llega sin un gran pesar por el trabajo que las autoridades del fútbol turco han realizado durante los dos últimos años para asegurar la exitosa organización de la final en Estambul. La UEFA también está agradecida por su continua asociación y espíritu de cooperación, así como por la comprensión que demostraron en esta circunstancia particular, y buscará urgentemente futuras oportunidades para Estambul", añadió UEFA, que es la segunda vez que retira a la ciudad turca la organización del partido por el título de la Champions.

Por otro lado, advirtió que el aforo que se cubrirá en Do Dragao "se confirmará a su debido tiempo en cooperación con las autoridades portuguesas y la Federación Portuguesa (FPF)", aunque los aficionados de los dos finalistas "podrán comprar entradas a través de los clubes de la forma habitual y las 6.000 entradas por equipo saldrán a la venta lo antes posible a partir de este jueves". "El número de aficionados de cada equipo que podrá asistir es el mismo que estaba previsto en Estambul", puntualizó.

Símbolo de esperanza

"Los aficionados han tenido que sufrir más de doce meses sin poder ver a sus equipos en directo y llegar a una final de Champions es la cúspide del fútbol de clubes. Privar a esos aficionados de la oportunidad de ver el partido en persona no era una opción y estoy encantado de que se haya alcanzado este compromiso", celebró Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.

El esloveno recalcó el poder contar "una vez más" con la ayuda de los "amigos en Portugal". "Estoy muy agradecido con la FPF y el Gobierno portugués por aceptar organizar el partido con tan poca antelación. Han trabajado incansablemente con limitaciones de tiempo muy ajustadas para encontrar soluciones para los muchos desafíos que presenta albergar un partido de esta magnitud", indicó.

"Aceptamos que la decisión del Gobierno británico de colocar a Turquía en la lista roja de viajes se tomó de buena fe y en el mejor interés de proteger a sus ciudadanos de la propagación del virus, pero también nos presentó un gran desafío en la puesta en escena de una final con dos equipos ingleses", añadió el mandatario.

Ceferin señaló también que "la Federación de Fútbol Turca y las autoridades de Turquía han reconocido los esfuerzos de la UEFA para brindar a los aficionados de los finalistas la oportunidad de ver el partido" y que "siempre han sido socios fiables". "Espero estar en Estambul y Turquía para una final de la Liga de Campeones y muchos otros eventos en un futuro cercano", confesó.

"Espero que la final sea un símbolo de esperanza para el resurgimiento de Europa de un período difícil y que los aficionados que viajen al partido vuelvan a prestar su voz para mostrar esta final como la mejor del fútbol de clubes", sentenció el presidente de la UEFA.