Para derrapar, primero hay que desbrozar. Este podría ser un moderno refrán del viejo Pirineo. Inventado por la buena gente de L’Aínsa y desparramado por el fondo de Benasque, ahora empieza a retumbar por las paredes de Occidente. Porque hacia el oeste se llega rodando. El Valle de Hecho se ha unido a la llamada de la bicicleta como enfoque de turismo en la montaña aragonesa y la recuperación y acondicionamiento de caminos para creer en el crecimiento de la BTT. El nacimiento de ‘Los Valles on bike’ replica el modelo de éxito con el que Zona Zero ha vertebrado social y económicamente el Sobrarbe o Puro Pirineo ejerce su difusión en la parte alta de La Ribagorza.

Aitor Borruel y Gerardo Rubio siguieron esa rodada grabada en el otro lado de la cordillera. En los inviernos en Candanchú, Gerardo conoció a algún compañero que entre temporadas trabajaba en Zona Zero. Sabían que su tierra estaba repleta de trazos olvidados, antiguas vías de madereros, veredas del ganado que hacía décadas no se utilizaban. «En verano trabajábamos en Oza y veíamos cómo cada vez venía más gente con las bicis. Como éramos aficionados nos preguntaban dónde ir, pero no les queríamos mandar por caminos que no estaban señalizados», indica Aitor Borruel.

De lunes a viernes viven en Navarra, pero cada fin de semana retornan a su origen cheso. Comenzaron a darle vueltas al asunto y se atrevieron a redactar un proyecto, preparar un presupuesto y empezar a moverlo por las instituciones. Ante sus dudas preguntaban a los veteranos del Sobrarbe y La Ribagorza. «Nos indicaron cómo enfocar el proyecto para presentarlo o aspectos técnicos, como la legislación dentro de espacios naturales protegidos», recuerda el promotor de ‘Los Valles on bike’.

Llamaron a distintas puertas y pronto recibieron buena acogida de la Asociación Turística del Valle de Hecho. El impulso de su experiencia y organización y el apoyo del Ayuntamiento de Hecho y la Diputación Provincial de Huesca terminaron de encender la luz verde. «Se trata de un producto turístico de calidad que va a generar desarrollo económico y social», añade María Boli, presidenta de la Asociación Turística del Valle de Hecho.

Los aperos

Hechos los números y los contactos, faltaba la faena, limpiar de maleza recorridos comidos por la naturaleza. «Los trabajos empezaron en otoño. Se contrató a una empresa que realizó la tarea más pesada. En los últimos meses nos hemos organizado en grupos de trabajo para terminar de limpiar», declara Aitor Borruel. En las próximas semanas se acabarán de ejecutar los últimos retoques en los recorridos y en la señalización y la cartelería.

Estraleta y sierra, tijera y pala, para adecentar hasta 150 kilómetros de caminos ciclables puestos al disfrute del aficionado. Esta considerable distancia alrededor y dentro del Parque Natural de los Valles Occidentales se presenta como un menú apetecible para comenzar a pedalear entre subidas y bajadas. El objeto es atraer a los amantes de las dos ruedas en un entorno propicio para aventurarse por trazas rehabilitadas entre un paisaje diverso y fuera de los calendarios masificados. «Queremos que se conozcan distintos puntos del valle, no solo centrarnos en las partes más turísticas como Oza o Gabardito. Potenciar la diversificación del turismo por pueblos como Urdués o aprovechar zonas más cómodas como la montaña baja en Embún y tener actividad en periodos de menos afluencia como primavera y otoño», explica el emprendedor cheso. 

El mapa se ha dividido en seis zonas que comprenden hasta 240 kilómetros cuadrados de territorio de Pirineo y Prepirineo. Los sectores de Oza, Santana, Remílez, Dos Ríos, Urdués y Embún aportan la posibilidad de decidirse por una experiencia más exigente o de grado medio, de paisaje alpino, cruzar bosques de hayas o circular por llanuras, variedad de elección para el deportista dependiendo de las vicisitudes de la meteorología y estación del año. Cada una de las rutas tiene alternativas con un trazado principal que suele caracterizarse por el paso por pistas y otros secundarios más técnicos y que han llevado un mayor esfuerzo de limpieza para su buen tránsito.

Los datos de su puesta en marcha revelan ambición como principio. Se acumulan marcados más de 5.000 metros de desnivel, 70 kilómetros transcurren por sendas y 50 en vertiginoso descenso. Una completa web informa de las características técnicas de cada una de las seis zonas, graduando en difícil o moderado su exigencia. La Oficina de Turismo de Hecho será el punto de información física.

El sueño de Aitor y Gerardo no queda ahí. Les gustaría extender el proyecto a otros valles como Ansó, Jasa y Aragüés del Puerto o hasta Aísa y Borau, mirando al desarrollo sostenible y respetuoso con el entorno y sus gentes, uniendo a los pueblos por esos caminos por los que hacer rodar el progreso.