Había sido futbolista y crecido en varios equipos, pero principalmente en el Amistad, el club del que su abuelo, con el que comparte nombre, fue presidente. Pero Rafael Soriano había descubierto en los últimos meses una pasión. Se había volcado en la halterofilia, iba todos los días al gimnasio y estaba entusiasmado, tanto que había contagiado ese fervor a entrenadores y compañeros.

Rafita, como le llamaban cariñosamente, logró el pasado sábado en Cuarte de Huerva ser campeón de Aragón de la categoría de 67 kilos. Y lo hizo en solo seis meses entrenando en serio y sin haber competido hasta entonces, Tenía un futuro cargado de ilusión y un presente en el que ya estaba dando que hablar pese a su aparente inexperiencia. Nada de eso, como demostró. 

Sin embargo, un accidente de moto cuando iba a trabajar, pocos días después de haber conseguido el campeonato regional, acabó con su vida. Pero ese trágico suceso no acabará jamás con su alma de campeón y el gran recuerdo que ha dejado entre todos aquellos que compartieron momentos con él.

«No me lo creo, pero me quedo con lo bueno», asegura Iván Riballo, uno de sus tres entrenadores en el Club Halterofilia Rocalla. Recuerda que él venía del fútbol, pero hacía escasamente medio año había comenzado a entrenar en halterofilia y no solo se había aficionado, sino que se había enganchado. «Llevaba poco tiempo con nosotros, pero parecía que llevaba toda la vida. Era uno más y eso que venía de no hacer nada de halterofilia», apunta Iván.

El pasado sábado, en el Cierzo Fitness Club de Cuarte de Huerva, se celebró el Campeonato de Aragón y, pese a algunas voces que le dijeron que llevaba poco tiempo, que competir era quizá algo prematuro o que necesitaba seguir mejorando, tal era su ímpetu y tantas sus ganas que eso le dio la fuerza más que suficiente para convertirse en campeón en su primera prueba de fuego real. Un talento único.

Compromiso

De hecho, Iván, que lleva ya muchos años dentro del mundo y ha visto pasar a mucha gente, comenta que «tanto era su ímpetu que a mucha gente hay que animarle e insistirle en que se federe, pero a Rafita no hizo falta ya que él mismo lo hizo, se compró el maillot y quiso competir». «Venía todos los días y nos ha aportado mucho. Estamos en shock», finaliza.

En Cuarte, en su estreno oficial, participó en la categoría de 67 kilos (pesó 65,950) y fue campeón después de levantar 60 kilos en arrancada y 75 en dos tiempos, lo que hizo un total olímpico de 135 kilos.

También se ha quedado consternado Daniel Tejero, presidente de la Federación Aragonesa de Halterofilia y uno de los grandes referentes de la comunidad y a nivel nacional de este deporte: «Tenía una trayectoria muy buena, se había enganchado y comenzado a entrenar de forma seria hacía poco tiempo y ha sido un palo muy grande», afirma.

De hecho, Tejero fue testigo de su hazaña en Cuarte como presidente de la territorial y como juez: «Vi sus ganas e ilusión, hizo una competición muy buena», recalca. «Había encontrado un deporte para disfrutar y le vi muy centrado. Llevo 45 años en esto y él me llamó mucho la atención porque le vi compromiso y muchas ganas», agrega el presidente. Por supuesto, desde la Federación han querido transmitir sus condolencias a familiares y amigos y se ponen a disposición de su club y familia para cualquier ayuda o acto en su honor.