El holandés Max Verstappen (Red Bull), líder del Mundial de Fórmula Uno, y el séptuple campeón del mundo inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que lo secunda en el certamen, a ocho puntos; anuncian un nuevo duelo en el Gran Premio de Hungría, el undécimo del año, que se disputará este fin de semana en el Hungaroring, el circuito de las afueras de Budapest.

El astro inglés le recortó 25 puntos en el Mundial a la joven estrella neerlandesa tras ganar en casa, hace dos domingos, el polémico Gran Premio de Gran Bretaña. Donde elevó a ocho su propio récord de victorias en la legendaria pista de Northhampton. Tras el accidente, en la primera vuelta, de Verstappen, que se estrelló, después de que ambos se tocaran -por fortuna sin mayores consecuencias-, contra la barrera de protección con un impacto de 51 puntos G. Y que declaró desde el hospital al que fue trasladado por precaución que ver a Hamilton festejando enfervorizado ante su afición, que llenó Silverstone, le parecía una actitud "irrespetuosa y antideportiva".

El inglés ganó por delante del monegasco Charles Leclerc -que igualó el mejor puesto del año que había logrado el español Carlos Sainz para Ferrari, en Mónaco- y del otro Mercedes, el del finlandés Valtteri Bottas, una carrera en la que recibió una sanción de diez segundos por el incidente con Verstappen. Penalización que tanto a Red Bull como al holandés les pareció absolutamente irrisoria.

"La penalización no nos ayuda y no hace justicia a la peligrosa maniobra que Lewis hizo en la pista", declaró Verstappen, de 23 años, en referencia a Hamilton, de 36. Que después de igualar el año pasado los siete títulos Mundiales del alemán Michael Schumacher fue nombrado 'Sir' por la Reina Isabel de Inglaterra y que, después de ganar en Silverstone, declaró que no creía tener que disculparse "por nada". "Max fue muy agresivo y yo iba a su lado. No me dio espacio. Tanto si estoy de acuerdo o no con mi sanción, sigo estando aquí", dijo el excéntrico y espectacular campeón inglés.

Total: que la emoción y el morbo están servidos para las jornadas previas al cierre vacacional. El campeonato se anima, después de que las cinco victorias seguidas de Red Bull pareciesen anunciar no sólo un final de ciclo de la durante los pasados siete años dominante Mercedes (que en ese periodo nunca dejó de ganar ambos títulos, el de pilotos y el de constructores), sino que hacían temer que, simplemente, se cambiara de dictadura deportiva.

De haber sucedido al revés, Verstappen hubiese entrado en Hungría con 58 puntos de ventaja; pero de esta forma 'Mad Max' llega al circuito próximo a la imperial Budapest, que baña el majestuoso Danubio, con 185 unidades: ocho más que Sir Lewis. Y Red Bull, que salió con un redondo cero de Silverstone, donde el mexicano Sergio Pérez acabó decimosexto y perdió la tercera plaza en el Mundial, ya sólo aventaja en cuatro puntos a Mercedes (289-285).

Así que, desde el punto de vista práctico, a la F1 le ha venido de perlas todo lo sucedido en Silverstone, donde el inglés Lando Norris (McLaren), de 21 años y el único que ha puntuado en todas las carreras, confirmó su condición de gran revelación de la temporada al tomar el tercer puesto del campeonato. El joven talento de Bristol, cuarto en Silverstone, suma ahora 113 puntos, cinco más que Bottas y con nueve de ventaja sobre 'Checo', que ahora es quinto; después de que comenzase a perder toda esperanza de éxito con el trompo y posterior retirada en la primera calificación de la historia de la F1 que se resolvió a través de una carrera sprint.

En la que maravilló de nuevo el español Fernando Alonso (Alpine), que, tras dos años ausente, regresó éste a la categoría reina con la escudería con la que festejó sus dos títulos (2005 y 2006, de aquella Renault). Alonso cumple este jueves 40 años: más de la mitad de ellos en la cresta de la ola.

El doble campeón mundial asturiano adelantó seis coches en las primeras curvas de la prueba sprint -que ganó Verstappen- para colocarse, tras muy espectaculares maniobras, quinto. Antes de acabar séptimo, el puesto que ocupó tras la carrera del domingo, que Sainz -séptimo en el Mundial, con 68 puntos- acabó sexto.

El piloto español Fernando Alonso. Europa Press

Alonso regresa al circuito en el que hace 18 cursos se convirtió en el entonces más joven y en el -desde entonces- único español ganador de una carrera de F1. Entretanto suma 32 victorias y tras las exhibiciones de Baku y Silverstone se reafirma en lo que declaró en una entrevista con la Agencia Efe durante el Gran Premio de Austria, a principios de mes: que lo que importa en la F1 "no es la edad, sino el cronómetro"

Hungría fue el primer país del antiguo bloque comunista en albergar un Gran Premio de Fórmula Uno, en 1986 -tres años antes de la caída del Muro de Berlín- y desde entonces nunca ha dejado de disputarse, por lo que este fin de semana alcanzará su trigésima sexta edición en la categoría reina.

Y nadie iguala las ocho victorias (la mitad durante los pasados cinco años) de Hamilton en el Hungaroring, una pista de 4.381 metros y 14 curvas -ocho de ellas a la derecha- a la que el domingo se darán 70 vueltas, para completar 306,6 kilómetros. Verstappen, que no tendrá que sustituir el motor Honda de su Red Bull, nunca ganó en Hungría. Pero las dos últimas veces que se corrió en el Hungaroring -2019 y 2020- acabó segundo. Por detrás del capitán de Mercedes.

Este viernes arrancarán los entrenamientos libres, en un Gran Premio en el que, en seco, se rodará con neumáticos de la gama intermedia -los C2 (duros, reconocibles por la raya blanca), C3 (medios, raya amarilla) y C4 (blandos, roja)-.

Los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la calificación, que recupera formato habitual y que ordenará la formación de salida de la carrera dominical.