Es esa sensación tan difícil de expresar si no la has vivido. Esos últimos pasos hacia la cumbre en los que amanece un nuevo horizonte sobre la cima. Estar rodeado del vacío de la inmensidad sin límites. Mil veces que vayas, mil veces te saltará el corazón en un profundo escalofrío.

Biel Rafols tenía claro por qué iba a subir esas montañas con esa voluminosa carga. Quería compartir ese hormigueo de conquistar Zegama, Pica d’Estats, el Perdido o el Aneto. Hacerlo para los demás, para su abuela, que le acompañó con 81 años al Pedraforca. Pero cuando entendió realmente la dimensión de la iniciativa fue el día que proyectaron sus vídeos en el Instituto Guttman de Badalona, un centro de rehabilitación para personas con lesiones medulares o cerebrales. «Fue realmente emocionante ver sus caras. Muchos son montañeros y acercarles esas cimas de nuevo fue especial», dice este camara runner.

Hace dos semanas completó en la cruz del Aneto esa idea que se engendró durante el confinamiento. «Sabíamos que no se habían grabado de esta manera ningún ascenso en España y que podíamos disponer de la tecnología para hacerlo», recuerda hablando en plural porque detrás del proyecto está Salomon, la marca para la que trabaja.

Dicho y hecho. Consiguió la Insta 360 Pro Especial con la que se graban los mapas interactivos del Google Street View y marcó un calendario en relación a las carreras y retos de los corredores a los que tenía que grabar. Como cuando Aritz Egea superó el récord de la Monte Perdido Extreme, la circular alrededor de las Tres Serols. «Fui con él desde la Brecha de Rolando a Góriz y luego subí yo al Monte Perdido. En la cima había nubes», relata. Eso fue en verano del 2020.

Más de un millón y medio de visualizaciones señalaban que su propuesta ha tenido una buena acogida. Faltaba la guinda. «La idea era intentar batir el récord de Jonathan García de subir y bajar al Aneto, pero como lo superó recientemente Luis Alberto Hernando decidimos probar el de chicas con Oihana Kortazar, que llevaba sin rebajarse desde 1998», rememora Biel.

En tres días se subió tres veces el Aneto justamente el fin de semana de la Gran Trail. Las dos primeras lo hizo acompañando a la corredora por el lado de Vallibierna. «Primero fuimos a reconocer la ruta con Oihana y al día siguiente, el viernes 23, intentó el récord. Las dos últimas horas y cuarto las grabamos en directo, algo inédito que nunca se había hecho», indica. La atleta vasca pulverizó al llegar a Benasque por veinte minutos el tiempo de la recordada Emma Roca (4.40.42 horas).

Mientras todos celebraban, él no podía hacerlo, ni descansar. Se fue hasta el refugio de La Renclusa y madrugó para subir en tres horas por la vertiente más habitual, por el Portillón y cruzando el glaciar grabándose con una GoPro. A la bajada es cuando hizo la filmación en 360º. El procedimiento no es sencillo, porque tiene que comprobar en todo momento que dispone de cobertura suficiente y que se está registrando de forma adecuada, el nivel de la batería y el consumo de la memoria «Realmente no graba en vídeo, sino que hace series de fotos cada cinco segundos. Tiene acoplado un GPS que geolocaliza el lugar exacto en el que estás», describe el aparato que pesa algo más de dos kilos.

Una bola de siete lentes

El artefacto es llamativo y sorprende si te lo encuentras en tu camino sin saber lo que es. Un palo que se inserta y sujeta en la mochila y en el borde superior dispone de una bola con siete lentes con resolución 8K que se alza sobre la cabeza. Llevó varias baterías, cada una con un máximo de dos horas de autonomía. En total captó 42 gigas de memoria que le cupieron en una misma tarjeta SD.

Cargar con todo este material encima no parece lo más cómodo para abordar el vertiginoso Paso de Mahoma. En sus redes sociales subió el vídeo transitando por este definitivo acceso hasta la cumbre que impresiona por sus cortes al vacío por ambos lados. «A la gente le sorprende que lo pasara sujetándome con solo una mano. Lo que parece una temeridad para mí es un riesgo controlado porque estoy acostumbrado», añade este catalán de 33 años.

Controlado porque Biel Rafols procede del mundo de la orientación, donde es reconocido por su profundo palmarés de campeón. La afición le viene de familia porque un tío abuelo suyo, Carles Lledó, fue quien fundó la federación catalana de esta especialidad que combina las carreras de montaña con la capacidad para leer un mapa y guiarse de punto a punto. Estar habituado a moverse en estos terrenos sujetando y mirando un objeto en su mano hizo que se habituase rápidamente al trabajo que le ofrecieron cuando dejó de competir en 2013: convertirse en camera runner.

«Mi motivación es poder grabar y seguir a los cracks del trail y que confíen en que no les voy a estorbar cuando corro a su lado», afirma. Ahora es uno de los mejores y más reconocidos en una labor que está en auge como el seguimiento y popularidad de las carreras de montaña. «TV3 ya ha emitido varias pruebas en directo. Se puede hacer con tecnología 4K o radiofrecuencia, utilizando imágenes captadas por helicópteros, aunque esto no es recomendable por el impacto medioambiental que tiene. Cada vez se puede obtener una tecnología más puntera en calidad», advierte.

El regreso de las competiciones le va a dejar con menos huecos para seguir plasmando más rutas en el proyecto Salomon 360º Mountains. Por montes no será. «Me gustaría al menos completar una más en las cordilleras principales de España. Hemos ido a las más representativas del Pirineo aragonés y catalán, y también al Pessons en Andorra. Pienso en el Urrellu en Picos de Europa y otra en Sierra Nevada, donde nunca he ido», remarca Biel Rafols. Y sin saberlo llevará en la mochila a todos aquellos que no pueden subir pero a los que él abre una ventana hacia ese bendito cosquilleo.