El martes, en la presentación de Álvaro Giménez, el director deportivo Miguel Torrecilla volvió a recalcar que el Real Zaragoza quiere fichar a dos delanteros en este mercado invernal y no ocultó que, con el ilicitano, todavía queda uno. No un perfil mixto, un punta de lanza. La intención del club aragonés sigue siendo la misma: Cristo González es la prioridad máxima, tal y como adelantó este diario.

Ahora bien, aunque el tinerfeño es el deseado desde el principio del mercado, lo mismo que Borja Garcés, que también estaba entre ceja y ceja de Torrecilla pero cuyo destino cedido ha sido finalmente el Leganés, la solución de su llegada o su portazo definitivo al Real Zaragoza no va a ser inminente y tocará esperar hasta los últimos días del mercado para saber, primero, si el Udinese decide quedárselo y, segundo, si acaba jugando en La Romareda.

De momento, el club italiano le ha comunicado a Cristo la intención de que continúe en la entidad hasta nuevo aviso y su marcha o no dependerá de si el Udinese contrata a otro delantero. Esa es la intención de la entidad, fichar a otro punta, lo que abriría las puertas de salida de nuevo del tinerfeño. Lo más normal es que acabe marchándose y como cedido, ya que el Udinese no quiere desprenderse de él, pero se va a demorar hasta los últimos días u horas del mercado estival.

En la Copa de Italia, el pasado viernes, fue titular en la victoria contra el Ascoli (3-1) y no marcó gol, y habrá que ver qué decisión toma el entrenador Luca Gotti con él este domingo en la jornada inaugural de la Serie A, que además será contra la Juventus.

El Real Zaragoza lo sigue teniendo como opción prioritaria. Es un futbolista que gusta mucho, con potencial todavía y que podría ser uno de los delanteros diferenciales de la categoría de plata, pero también sabe el club que es una operación difícil.

Mercado nacional

Ahora bien, hay optimismo y confianza en conseguir su incorporación, aunque sea al final del mercado, ya que el interés de varios clubs se ha ido diluyendo con el paso del tiempo y, además, porque al jugador le seduce la idea de jugar en La Romareda. Equipos como la Ponferradina, Las Palmas, Tenerife (club del que es canterano), Real Oviedo o Girona le querían, pero bien por tema económico o bien por haber apostado por otras opciones se han acabado cayendo de la lista de pretendientes de Cristo.

El mayor problema del delantero canario es la alta ficha que percibe en el Udinese, un caso parecido al de Álvaro Giménez. Su salario ronda el millón de euros y, si acaba saliendo cedido del club italiano, el Sporting de Gijón, y sobre todo el Almería, tienen más músculo económico para hacerse cargo de una mayor parte de la ficha o toda completa en el caso de los andaluces.

Si finalmente no acaba saliendo o no llegando al Real Zaragoza, el club tiene claro que la prioridad es buscar un ariete en el mercado nacional, jugadores que conozcan el fútbol español y la categoría. A día de hoy, el Getafe quiere contar con Hugo Duro y no saldrá salvo cambio de opinión en las fechas finales del mercado. Y Enric Gallego, que ha quedado libre tras desvincularse de Osasuna, tiene una ficha inasumible para las maltrechas arcas del club aragonés en estos momentos, por lo que para plantearse ficharle debería bajar sus pretensiones.