En esas preciosas fotos no sopla el gélido viento de la noche. En esa pose bajo las estrellas no caben la basura ni las heces. En el mentiroso filtro bajo ese acogedor saco en la cumbre no te sorprende un diluvio de la nada. El auge de la práctica del vivac, de dormir al raso en alta montaña, es otro de los picos crecientes que cada verano se instala en un efecto llamada que explica otra de las razones del aumento de rescates en el Pirineo aragonés. A principio de este mes una dotación del GREIM de Benasque auxilió a dos adultos y un menor a los que les había sorprendido una tormenta cuando iban a dormir en la cúspide del Aneto.

Como cada paso en las alturas, esta práctica debe regularse por el sentido común y la precaución, aunque los espacios naturales están tomando medidas para reducir su impacto en seguridad y conservación del medio. La acampada libre y abusiva en el entorno del Refugio de Góriz es uno de los puntos que quiere limitar el nuevo Plan de Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, actualmente en trámites y aprobado por el Consejo de la Red de Parques. «En la actualidad acampan allí todos los montañeros que quieren, utilizando los baños y las instalaciones del refugio. Es bastante impactante visualizar entre 100 y 200 tiendas de campaña a 2.200 metros de altitud, que aunque se instalan cuando oscurece y se quitan cuando amanece, no siempre es así», indica Elena Villagrasa, directora del Parque Nacional.

Reducir este espacio a 50 plazas, bajo reserva, es la intención del nuevo PRUG tras habilitarse la ampliación de Góriz y para adaptarse a la capacidad de la depuradora que vierte las aguas en el río Arazas. Las limitaciones en otros valles del PN se restringen a distintas alturas aunque a medio plazo se podría plantear la total prohibición, como ocurre en otros espacios similares. Porque la acumulación de basura o cortavientos detecta el incumplimiento de la norma, gravísimo en reservas de especial protección como la Ribereta Catuarta y Arrablo. La falta de agentes que vigilen y sancionen aviva un problema que culpa a aquellos sin conciencia.

Esta preocupación no se ha trasladado en urgencia a Ribagorza. Sí se alerta de un aumento de malas prácticas. En el Parque Natural Posets-Maladeta se permite acampada ocasional del ocaso al amanecer, siempre a más de 2.000 metros y a 500 de un refugio. Sin embargo, hay zonas como los ibones de Coronas, previos al ataque del Aneto por la cara sur, donde se establecen campos base y hay cortavientos permanentes para tiendas. «En el parque existe una red de seis refugios con todos los servicios y desde los que se pueden iniciar todo tipo de excursiones. El llamamiento es a fomentar su uso y no acampar», reclama José Luis Rufat, presidente del Patronato del PN Posets-Maladeta.

Marta Ferrer, coordinadora de Montaña Segura: «Es preferible no hacer vivac si se puede dormir en un refugio»

En una fase previa de consultas, la renovación del PRUG es un debate abierto por la proliferación de actividades deportivas de alta montaña y la saturación de ciertas áreas concretas.

Educar y progresar

Helena Parga lleva décadas viviendo y trabajando en el Valle de Benasque. Es guía y bióloga. Desde Pirinature promueve el turismo ecológico y organiza excursiones donde se vivaquea. Pero el reclamo no es sólo vivir la experiencia sino aprender a vivirla. «El problema es que somos muchos. Hay que educar a la gente en que no va a un parque de atracciones», indica esta profesional que este año ya ha hecho cinco pernoctas tuteladas.

Ella busca el mejor lugar para el nivel de sus clientes, limita los peligros y advierte de dejar el lugar inalterado. «No solo recogemos y nos llevamos todo sino que bajamos lo que dejaron otros», insiste. Planear dormir al raso junto a refugios naturales donde protegerse, saber cómo hacer necesidades fisiológicas, la alimentación, el botiquín, cargar lo esencial, llevar abrigo y una muda para dormir... son algunas de las recomendaciones que muestra y enseña Helena.

Pero el riesgo nunca es cero. Hacer un vivac implica mantener los mismos hábitos de prudencia que se indican en cualquier movimiento en altitud. Decir adónde se va, llevar un material apropiado («Un buen aislante, saco adecuado a la temperatura y una funda»), saber renunciar, acatar la línea del grupo o contratar a un guía son algunos consejos que se dan desde Montaña Segura. «Hay que comprobar la previsión metereológica, no dentro del municipio sino en esas cotas. Es preferible no hacer vivac si se puede dormir en refugio», sentencia Marta Ferrer, coordinadora de Montaña Segura. Porque el monte es buena cabeza y no una foto bonita.