Su objetivo eran las medallas y lo ha conseguido. El aragonés Sergio Ibáñez, de 22 años, se ha proclamado subcampeón olímpico de judo. El deportista aragonés, afectado con una discapacidad visual del 78%, ha logrado colgarse la medalla de plata en la categoría de -66 kilos en los Juegos Paralímpicos de Tokio.

La derrota en la final ante el uzbeco Uchkun Kuranbaev no puede empañar el brillante desempeño del judoca zaragozano durante toda la competición. Ibáñez llegaba a Japón, país en que el judo es deporte nacional, como número siete en el ranking mundial. Comenzó su participación en octavos donde superó al portorriqueño Luis Jabdiel Pérez. En cuartos, en un combate más igualado, el judoca aragonés superó en el 'punto de oro' al azeirbayano Namig Abasli, lo que le permitió entrar en la lucha por las medallas. A un confiado y muy seguro de sí mismo Ibáñez le bastaron 45 segundos para vencer por 'ippon' al georgiano Giorgi Gamjashvili. De esta manera el aragonés se aseguraba como mínimo la medalla de plata en su primera cita olímpica y se citaba con el Uchkun Kuranbaev por el puesto más alto del podio.

La final comenzó muy igualada pero dos penalizaciones al uzbeco lo ponían contra las cuerdas y hacían soñar con el oro a Ibáñez. En los últimos instantes de la pelea, un ataque del español parecía que le podía dar la victoria, pero no lo consideraron así los árbitros y el combate llegaba al 'punto de oro'. Un 'waza ari', muy protestado por el aragonés y su técnico, concedido al uzbeco dio a éste el triunfo final e hizo que el zaragozano se tuviera que conformar con la plata. Una medalla, la primera en judo masculino desde Atenas 2004, que a pesar de la polémica y el mal sabor de boca de la final, tiene un enorme mérito para un Sergio Ibáñez que ha logrado cumplir con creces su sueño olímpico.