Una medalla de plata que sabe a oro. Es la número 27 en seis presencias olímpicas. Y seguramente la medalla más especial que ha logrado a lo largo de su espectacular trayectoria. Quizá por ello se vio a una Teresa Perales en el podio recogiendo su nueva medalla olímpica exultante, sonriente como nunca y visiblemente emocionada. Lo que hace unas semanas parecía una quimera hoy se convirtió en realidad. Teresa Perales es la nueva subcampeona paralímpica de 50 metros espalda S5 tras una gran carrera en la que sólo la china Lu Dong consiguió ser más rápida que ella.

La nadadora aragonesa, llegaba a la final con el cuarto mejor tiempo de las participantes en la clasificación pero consiguió sacar su raza, su gen competitivo y su calidad para conseguir llegar segunda al final de los 50 metros de la piscina del Centro Acuático de Tokio. A pesar de sus 45 años, y de llevar combatiendo desde mayo con una lesión en su hombro izquierdo, que incluso puso en peligro su participación en los Juegos de Tokio, la leyenda aragonesa consiguió sacarse de la chistera una de las mejores carreras de su vida. Prueba de ello es que consiguió batir el récord de España que ella misma poseía, dejándolo en una marca de 43.02.

«Le he echado más coraje que la ‘rasmia’, que es una palabra muy aragonesa, que significa un par de esos a la vida», aseguró Perales tras recibir su presea de plata. «Las opciones que había era entrar en medalla pero una cosa es lo que he soñado y lo que he trabajado. Venía muy tocada del hombro. Lo estamos recolocando porque se coge con pinzas y me voy a operar una semana después de llegar a España. Esta medalla casi roza el milagro y la voluntad humana», explicó emocionada la aragonesa.

La nadadora aragonesa reconoció que para lograr esta medalla ha tenido «muchas personas detrás que sin ellas hubiera sido imposible llegar lejos». «Han sido como el soporte que me ha mantenido viva en la competición. Ha sido un camino difícil porque había gente que me decía que me quedara en España y no era el equipo médico. Es evidente que hay gente que gana y otros que no, pero yo quería intentarlo», señaló.

A la caza de Michael Phelps

Y el intento funcionó. De momento al botín de Teresa Perales en Tokio se suman dos diplomas a la medalla de plata conseguida, con la que iguala al nadador brasileño Daniel Dias, que también tiene 27 metales paralímpicos, y se queda a tan solo una del nadador olímpico estadounidense Michael Phelps. «Habrá que seguir. Son 27 y ojalá cayera alguna más este año pero va a ser difícil. Quiero igualar a Phelps y el objetivo es superarlo pero de momento este año no se me queda el hueco vacío en la vitrina», confesó la nadadora.

Y ese momento se podría producir en esta misma cita olímpica, ya que a Teresa Perales todavía le queda una oportunidad en la prueba del 4x100 metros libres el próximo jueves 2 de septiembre. «Uno de los motivos por los que quería recuperarme es el 4x100. Hace mucho que no teníamos un relevo tan competitivo y quería estar bien para mis compañeros»

Para finalizar, Perales quiso poner en valor el significado de este resultado para ella. «Quitando la primera que regalé a mi hijo, pero que tiene más componente sentimental, esta ha sido la más difícil por todo lo que conlleva».