Volverá a la calle. Ese abuelo que nos sigue protegiendo sin saberlo, ese moñaco con bigotazo, gorra calada y bigote canoso, ese gigante de José Antonio Labordeta que sale como (casi) todos los meses de septiembre por las riberas de ese río aragonés. Vuelve en 2021 a celebrarse el Día del Andarín, este domingo, una liberación para muchos caminantes de todas las edades que tienen en estas andadas particulares un enganche paralizado por la pandemia.

El regreso del tradicional Memorial José Antonio Labordeta abre un fin de año con buenas perspectivas para, sin toda su esencia, recuperar el calendario de las caminatas populares. No podrán darse la gran comilona que acostumbran tras la kilometrada. Hay que amoldarse a las restricciones y los aforos, pero la mejora de las medidas es un alivio para una organización que espera recuperar poco a poco las cifras de miles y miles de asistentes a estos eventos para todos los públicos. «Después del covid no tenemos una idea clara, aunque hacemos una previsión de 1.500 personas. La gente pregunta muchísimo», indica José María Gallego, presidente de Os Andarines d’Aragón, club organizador. 

No hay una inscripción previa. Quien quiera ir solo tiene que estar un poco antes, apuntarse, dejar su número de teléfono y nombre como prevención de seguimiento ante posibles contagios. Hay que ir con mascarilla, se reparte gel hidroalcohólico y se medirá la temperatura al finalizar un recorrido llano y 15 kilómetros.

No se privarán de algún vicio dulce. Desayuno con chocolatada para calentar porque a las nueve de la mañana comenzarán a andar, por grupos diferenciados, desde el Parque del Agua para vadear el Ebro por la Pasarela del Voluntariado y remontar el cauce por la ribera para traspasarlo por la Ronda Norte y retornar por las sendas naturales de los Sotos de Ranillas con su páramo y vegetación en sombra. Y alguna sorpresa. «Hemos quedado con el pastor que pasea las ovejas por la ribera para que esté en el trayecto. Queremos que sea un aliciente para los niños», dice José María Gallego. 

Volver a caminar

Al regreso, sobre las once, estará esperando la banda de gaiteros de la Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza. Para respetar la distancia de seguridad se han configurado una serie de carreras, para niños, adultos y mayores de 60 y 70 años, en sustitución de los Juegos Tradicionales que desde hace once ediciones se celebran tras el pateo. «Queremos que vengan los abuelos con los nietos, que sea una introducción para los niños al senderismo», dicta Gallego. Para terminar, se cantará al Abuelo y quizá alguna de La Bullonera porque también toca. Se espera la visita de la columnista de El Periódico Ángela Labordeta, hija del cantautor, político y poeta al que se homenajea.

El otoño y, sobre todo, la vacunación y la inmunidad son las razones para recuperar el calendario de andadas que ha visto cómo las cancelaciones han sido la norma. De 66 salidas programadas únicamente se van a completar unas doce en 2021. «Otros años hemos superado los 30.000 participantes. La gente ha tenido miedo a salir. Por supuesto que no solo es una actividad para gente mayor, aunque siempre decimos que con esta actividad quitamos a gente de los consultorios», indica José María Gallego, responsable del comité de Andadas Populares. de la FAM.

Otra cita que seguro se hará es la Redolada en Santa Isabel (25 septiembre). Como no pueden celebrar la comida en el pabellón han ideado un tercer avituallamiento en el Parque Torre del Ajo porque hay unas mesas donde se podrán juntar pequeños grupos. Se ha impuesto un límite de 400 participantes. Hasta final de año se espera poder recuperar más citas, algunas confirmadas: San Pedro en Sabiñánigo (19 de septiembre), K-mina Cuentas Mineras en la Hoz de la Vieja (19 de septiembre), el Día del Senderista en Teruel (26 de septiembre), la Marcha Tastavins en Peñarroya de Tastavins (2 de octubre) y la Sierra de Luesia (23 de octubre).