Una de las citas más icónicas del deporte aragonés está de vuelta. La Quebrantahuesos vuelve a celebrarse en tierras oscenses tras la suspensión obligada del evento en 2020 por la pandemia. Aunque debido a las limitaciones impuestas por el protocolo de seguridad no va a ser igual a ediciones anteriores en muchas facetas, lo cierto es que va a ser especial debido al enorme esfuerzo por parte de la organización por que se pueda llevar a cabo la prueba. De hecho se ha retrasado la celebración del evento tres meses, ya que tradicionalmente se disputa en el mes de junio.

La Quebrantahuesos 2021, que este año cumple su 30ª edición, consta de dos pruebas diferenciadas. Por un lado la Quebrantahuesos, con un recorrido de 200 kilómetros con salida y llegada en Sabiñánigo. La hora prevista de salida son las 8 de la mañana y durante la carrera los ciclistas deberán afrontar hasta cuatro puertos de montaña en tierras pirenaicas españolas y francesas. La Treparriscos comenzará a las 8.45 y los participantes recorrerán 85 kilómetros en los que tendrán que ascender dos puertos de montaña.

Hasta un total de 6.000 participantes de 25 países diferentes van a correr una de las dos pruebas, lo que supone alrededor de un 50% menos que en otras ediciones pre-pandemia. No obstante la organización lo considera «un éxito» debido al contexto en el que se realiza el evento. «Hemos trabajado más que ningún otro año, pero queríamos que saliera adelante por la riqueza que significa para el territorio», explicó Fernando Escartín, presidente del Club Ciclista Edelweiss. Y es que se estima que la Quebrantahuesos tendrá una repercusión económica que rondará los 10 millones de euros. Durante toda la semana, numerosos corredores ya han estado entrenando por la comarca y reconociendo el recorrido que tendrán que completar. «Estamos muy contentos de poner otra vez en valor nuestros paisajes, nuestra gastronomía y nuestro patrimonio. Estamos muy contentos de promocionarnos a través de esta marca que es la Quebrantahuesos», apuntó Berta Fernández, alcaldesa de Sabiñánigo, en la presentación de la competición.

Como no puede ser de otra manera el evento cuenta con medidas excepcionales. Se exige a los ciclistas presentar el certificado de vacunación covid o demostrar haber superado la enfermedad en el último año y será obligatorio para ellos portar una mascarilla en el maillot para usar en los avituallamientos o por si tienen algún problema mecánico. La tradicional feria será más reducida y solo podrán acceder los acreditados. El público no podrá entrar al recinto y tampoco se van a celebrar actos multitudinarios como comidas o actuaciones previstas por el 30º aniversario de la prueba para garantizar la total seguridad de todos los participantes. 

Las previsiones meteorológicas no son las mejores para la celebración de la Quebrantahuesos. Se espera lluvia durante la disputa de la prueba y la niebla y el frío pueden dificultar el buen hacer de los competidores, aunque en ningún caso pondrá en riesgo el correcto desarrollo de la que muchos consideran la carrera cicloturista por excelencia de toda Europa.