La española Paula Badosa derrota a Aryna Sabalenka en su debut en las WTA Finals

La española Paula Badosa, décima de la clasificación mundial, superó un susto inicial y sin discusión se impuso este jueves por 6-4 y 6-0 a la bielorrusa Aryna Sabalenka en el debut del Akron Finals que transcurre en la ciudad mexicana de Guadalajara.

El duelo comenzó con numerosos errores por uno y otro lado. Badosa con dudas desde atrás. La bielorrusa hizo un quiebre en el sexto juego para tomar ventaja de 4-2 pero se desdibujó cuando tenía todo a favor y desapareció de la cancha.

Badosa sacó provecho de la desconcentración de la rival le rompió el servicio en el séptimo juego y dio la vuelta al duelo. Incisiva dominó a su rival y ganó el primer set por 6-4.

Lo que pasó en la segunda manga fue una sorpresa. Paula ganó seis juegos en fila ante una rival sin coordinación, que después de perder el saque en el inicio, dejó de luchar.

"Fui por mis golpes con confianza y salieron las cosas. Cada partido será una batalla, pero estoy motivada de estar en Guadalajara", dijo la española, que sacó provecho de 20 errores forzados de Sabalenka, primera favorita del torneo.

Por la tarde, la griega María Sakkari, sexta raqueta del mundo, se impuso por 6-2 y 6-4 a la polaca Iga Swiatek, novena, en un duelo en el que marcó diferencia con su buen servicio.

La WTA finals, dotada de una bolsa de premios de cinco millones de dólares, transcurre con dos grupos de cuatro jugadoras cada una, de las cuales, dos se clasificarán a las semifinales.

Este viernes, en el otro grupo, la española Garbiñe Muguruza, quinta del ránking mundial, enfrentará a la checa Barbora Krejcikova, en un duelo crucial en el que la perdedora quedará con todo en contra para tratar de acceder a semifinales.

Poco antes, en un duelo de invictas, la checa Karolina Pliskova enfrentará a la estonia Anett Kontaveit, en un duelo de invictas, cuya ganadora se clasificará a la fase de las cuatro mejores.

El torneo se disputa en Guadalajara, occidente de Mexico, a 1.566 metros sobre el nivel del mar, lo cual ha sido un reto para las tenistas, obligadas a hacer ajustes en condiciones en las que la pelota vuela más rápido.