Puño al aire y satisfacción. Garbiñe Muguruza celebraba así con orgullo una victoria que le permitirá luchar por el título de las WTA Finals este miércoles. En 1 hora y 25 minutos la hispanovenezolana se llevó el duelo que la enfrentaba a Paula Badosa por un doble 6-3. Una semifinal histórica para el tenis español. Un nuevo clásico que en Guadalajara (México) se disputó por primera vez, aunque no será la última. Debía ser una batalla de dos tenistas muy competitivas pero Muguruza lo impidió. No dio opción. "Iré a por todas. Es una vez en la vida y me lo he tomado como algo personal", había dicho. Y lo demostró sobre la pista. 

Muguruza marcó territorio de salida. No quería sorpresas. Sabía que no podía darle un respiro a Badosa. La tensión se reflejaba en la cara de las dos tenistas, pero la hispanovenezolana entró a la pista rosa de Guadalajara sabiendo lo que debía hacer. La experiencia era un grado. Y la aprovechó en el primer set rompiendo el saque de Badosa (2-1) para tomar una ventaja que certificó con una segunda rotura para apuntarse la primera manga en 35 minutos.

Un plan perfecto

Badosa no encontraba la forma de escapar del acoso al que la sometía Muguruza, que se apuntaba los puntos de su lado con su saque (80% de primeros saques) y una derecha que no perdonaba para quitar confianza y atacar el saque de Badosa.

La tenista catalana había dicho el día anterior que en la pista se olvidaría de la admiración que tenía por Muguruza desde que la veía jugar por televisión y ganar títulos, pero los nervios la agarrotaron. Nada que ver con la tenista que había destrozado a Aryna Sabalenka y derrotado a Maria Sakkari. 

Muguruza había visto esos partidos y con Conchita Martínez tenían un plan muy bien estructurado para atacar el saque de Badosa y quitarle la confianza desde el principio. Funcionó de maravilla.

Cambio de táctica

El segundo set no empezó mejor para Badosa, que cedió por tercera vez su saque (2-0). Los tres primeros break points para la catalana llegaron en el siguiente juego. Badosa cambió la táctica, intentando ser más agresiva, pero Muguruza salvó la situación mostrándose muy firme y evitando la rotura.

"No he disfrutado nada. Me he quedado bloqueada. No he podido competir" - Paula Badosa

Salvada la situación, Muguruza ya no desaprovechó la ventaja hasta certificar el triunfo con un revés de Badosa lanzado a la red. "No sé qué pasa en México, pero es el lugar ideal para estar aquí", decía feliz en la pista, mientras Badosa la abandonaba triste y tocada. "No he disfrutado nada. Me he quedado bloqueada. No he podido competir", confesó. 

El recuerdo de 1993

En su cuarta participación, Muguruza estará en la final. Será la segunda tenista española que opte al título que cierra la temporada, después de que en 1993, ya hace 28 años, Arantxa Sánchez Vicario, entonces número 2 mundial, se enfrentó a la alemana Steffi Graf, número 1, que la derrotó por 6-1, 6-4, 3-6 y 6-1.

Muguruza se enfrentará en la próxima madrugada (02.30 horas) a la griega Maria Sakkari (6 mundial) o a la estonia Anett Kontaveit (8), a la que ganó en la fase de grupos (6-4, 6-4) y a la que domina por 3-2 en sus enfrentamientos. Con la griega está empatada a una victoria. Sakkari ganó a Muguruza en el torneo de Abu Dhabi este año (7-5, 6-4) y la hispanovenezolana se impuso, también este año, en Doha (6-3, 6-1).

Muguruza vuelve a una gran final tras haber ganado Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017), además de ser finalista en Roland Garros (2015) y el Abierto de Australia (2020). Este año ha vuelto al ‘top ten’ (5), en el que fue número 1 mundial, después de ganar los títulos de Dubai y Chicago.