Siempre insisten en mostrarse cautos desde el club pero lo cierto es que el Teruel, con dos tercios de la competición completada, puede comenzar a soñar con el ascenso. Con su triunfo en Pinilla ante el Formentera, hasta hoy líder, los hombres de Víctor Bravo arrebataron ese honor a los baleares con un partido muy serio y solvente en el que se jugó en todo momento a lo que quiso el conjunto turolense.

Los aragoneses saltaron muy concentrados al campo y cedieron el balón al Formentera, que no encontraba la manera de generar acercamientos peligrosos. El encuentro se puso definitivamente de cara cuando Emaná, pasada la media hora, puso por delante al Teruel. El tanto dio todavía más tranquilidad a los locales y afianzó el plan de partido que había programado su entrenador. Tras el paso por vestuarios el choque siguió con la misma tónica pero con el paso de los minutos los bajoaragoneses recularon en exceso y el Formentera se hizo dueño del choque, buscando mantener su primer puesto en la tabla. Lo pudo conseguir en el tiempo en el tiempo añadido pero la defensa turolense sacó un balón bajo palos cuando Taliby ya estaba superado y certificó un gran triunfo de los aragoneses que quién sabe si puede ser clave al acabar el curso.

En el resto de la jornada, el Brea y el Tarazona se llevaron el gato al agua en los dos derbis ante el Huesca B y Ebro, respectivamente. Los breanos fueron más eficaces en Piedrabuena ante un filial oscense que pagó caro su falta de acierto (1-0). En Tarazona, los locales dominaron a los arlequinados, que no se sintieron cómodos en ningún momento del duelo (2-0). Por su parte, el Numancia fue demasiado para un Ejea que necesita un milagro para aspirar a la salvación (3-0).