Casi se podría decir que ha sido por accidente y de forma inesperada pero Primoz Roglic ya ha cogido el timón y por supuesto el jersey amarillo de la Paris-Niza, que finaliza el domingo. Así ha ocurrido en la quinta etapa porque Wout van Aert, su compañero en el Jumbo, se ha dejado ir y ha soltado el liderato en un terreno complicado, eso sí, pero con dificultades que podría haber superado dada su exquisita calidad.

La etapa ha estado marcada por la fuga de Brandon McNulty, otra perla enrolada en el conjunto de Emiratos, que en solitario ha puesto en jaque a un pelotón que se ha presentado de forma muy fragmentada en la meta, en la primera etapa donde ha asomado cierta montaña en la 'carrera del sol'.

De hecho, al Jumbo prácticamente le daba igual la identidad del titular del jersey amarillo, puesto que los tres líderes que ha habido desde el inicio de la prueba han sido corredores del conjunto neerlandés; primero, Christophe Laporte, luego Van Aert y ahora Roglic. Sin embargo, la situación táctica era mucho mejor la que tenían al finalizar la contrarreloj con dos ciclistas peleando por la victoria. Ahora, todo se centra en Roglic pero no hay que olvidar que el año pasado, en la última etapa y tras un dominio incuestionable, el ciclista esloveno sufrió averías y caídas que lo destronaron de forma inesperada.