Josep Beltrán, una vida dedicada al ciclismo, le preocupaba la situación por la que atravesaba la veintena de ciclistas rusos atrapados en Tortosa, sin poder regresar a su país, ni competir por las sanciones derivadas de la guerra de Ucrania. A Juan Campos, años como director y agente de ciclistas, lo llamaba siempre Viecheslav Ekimov, quien antes del conflicto bélico, se pasaba parte del año entre Salou y Moscú. Ekimov fue ciclista profesional, medallista olímpico y uno de los gregarios de confianza de Lance Armstrong. Ahora es el presidente de la Federación Rusa de Ciclismo. Campos tramitaba la participación de los ciclistas del equipo Lokosphynx, residentes en Cataluña, en las pruebas de la Copa de España, hasta que hace unos días llegó la prohibición gubernamental. Como integrantes de una escuadra rusa se les cerraba la puerta del ciclismo en territorio español.

¿Y si corrían como catalanes? Campos lo tiene claro. Los chicos están en edad de cumplir el servicio militar, soldados para ser enviados a luchar en Ucrania. En Rusia, la mili es obligatoria y solo se libran los deportistas de alto nivel, como los ciclistas. Unos chicos, además, que pueden informar a sus familias desde Tortosa de lo que verdaderamente está sucediendo en Ucrania, algo que les impide conocer la censura oficial.

Matinal Ciclista de Barcelona

Y como catalanes debutan este domingo en la Matinal Ciclista, que se disputa en la calle de Sants y con la que el Club Ciclista Catalunya-Barcelona celebra su 76º aniversario. Beltrán es el presidente de la entidad y el que tiene en sus manos las licencias federativas de los 22 corredores rusos que a partir de ahora vestirán el ‘maillot’ de su sociedad. "Cinco de ellos eran residentes en España por lo que la tramitación ha sido más fácil", cuenta a El Periódico, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio.

Los ciclistas rusos, durante un entrenamiento.

Tortosa ya lleva años familiarizada con los corredores rusos. Sucede desde que hace tres décadas Alexander Kuznetsov, compró a Ous Roig una antigua granja de gallinas para trasladar hasta allí su ‘fábrica’ de ciclismo. Futuras estrellas de su país. Allí viven, entrenan y hasta estudian con profesores llegados desde Rusia. Allí han residido las mejores estrellas de su país, los pioneros nacieron siendo soviéticos: Eugeni Berzin, que le ganó un Giro a Miguel Induráin, Vladimir Karpets, que se impuso en una Volta, o Ilnur Zakarin, el más reciente, han sido algunos ejemplos.

Y dos mujeres han ayudado en el proyecto. Irina, la exmujer de Ekimov, les echa una mano con el tema del idioma y otras gestiones. Y hasta colaboró en el proyecto Svetlana Kutnetsova, hija de Alexander, tenista de fama y ganadora de un Roland Garros y un Abierto de Estados Unidos, que creció con la raqueta en Cataluña, para romper la tradición ciclista de la familia.

La prohibición

"Hasta que el Gobierno prohibió participar al equipo ruso ellos iban a las pruebas de la Copa de España", cuenta José Luis López Cerrón, presidente de la Federación Española de Ciclismo. Los corredores rusos de Tortosa corrían patrocinados por una empresa de San Petersburgo, hasta que la Unión Ciclista Internacional (UCI) vetó a todos los patrocinadores rusos, no así a los corredores, de participar en cualquier carrera internacional. Y en Tortosa se quedaron sin lucir su publicidad aunque sí pudiendo entrenar con las bicis Pinarello, que habían comprado a la famosa fábrica de Treviso.

"El pasado domingo -explica Beltrán- estuve en Tortosa. Es difícil comunicarse con ellos porque solo hablan ruso, pero no vi ninguna razón para que no pudieran correr. Así que enseguida me puse en acción para federarlos e integrarlos en mi club". La federación catalana facilitó todo el papeleo. "Uno de nuestros clubs se puso en contacto con nosotros y nos explicó que quería tramitar las licencias de estos corredores, así que enseguida comenzamos con las diligencias", añade Joaquim Vilaplana, presidente de la federación catalana.

Hasta la semana pasada acudían por invitación a las pruebas de la Copa de España, que lideran precisamente uno de los suyos, Glee Syrtisa, de 21 años. "Yo les agilizaba los trámites desde hace muchos años y no me parece justo que estos chicos no puedan correr por algo terrible a lo que son ajenos", explica Campos. Y el domingo ya estarán pedaleando por Barcelona.