Primero en la clasificación del año con 3.350 puntos y tercero del ranking ATP con 7.715 puntos, a solo 750 del número 1, que vuelve a ser esta semana Novak Djokovic. Después de encadenar una racha de 20 partidos sin conocer la derrota y tres títulos ganados de corrido en Melbourne, el Open de Australia y Acapulco, Rafael Nadal no pudo cerrar el círculo perfecto en Indian Wells, donde cayó ante el estadounidense Taylor Fritz por 6-3 y 7-6 (7-5).  

Su cuerpo dijo basta en la final del Masters 1.000 californiano en el que aspiraba a mantener la racha invicta con la 21ª victoria consecutiva en 2022 y un cuarto título en el torneo californiano que había ganado en tres ocasiones anteriores en 2007 (ante Djokovic), 2009 (Murray) y 2013 (Del Potro). 

El final ha sido feo. Mi objetivo era hacerlo perfecto antes de llegar la gira de tierra. Han sido dos meses excepcionales, inolvidables y muy emotivos. Disfruté de cosas que nunca hubiera imaginado poder revivir unos meses antes”, valoraba tras la derrota. 

Después de un "inicio irreal, inimaginable” para el mismo, cuando comenzó el año con máximas dudas tras más de cinco meses fuera del circuito, por su lesión crónica en la planta del pie izquierdo, Nadal, a sus 35 años, ha vuelto a la competición con una fuerza sorprendente, incluso para un tenista acostumbrado a todo tipo de remontadas milagrosas.

En busca de una solución

Ahora Nadal, que ya había decidido no jugar el Masters 1.000 de Miami que comienza este miércoles, intentará recuperarse físicamente para jugar en Montecarlo (10 al 17 de abril), si su cuerpo se lo permite. "Debemos tratar de encontrar una solución a este problema lo antes posible. Ahora viene una parte de la temporada que me encanta jugar, espero estar listo”, decía antes de viajar a Manacor. 

"Estoy triste, pero no soy alguien que se deje llevar o se derrumbe dependiendo de la situación. Soy una persona estable, pongo las cosas en perspectiva. Lo que me preocupa es saber el alcance de mi lesión y qué hacer para recuperarme”. 

"Respiraba como si tuviera una aguja clavada en el pecho"

El domingo en el último partido en pista dura las fuerzas no le dieron para competir al máximo nivel ante Fritz . “Respiraba como si tuvieran una aguja clavada en el pecho. Era un dolor intenso que me limitaba”, explicó sin quitar mérito a la victoria de Fritz. “Lo ha hecho muy bien. Taylor es el ganador, se lo merece”, decía.

Fritz, octavo mundial

Nadal llegó a dudar en jugar por sus molestias en el pecho, que empezó a sufrir en la semifinal ante Carlos Alcaraz. No fue el único. Tampoco Fritz llegaba a la final en su mejor forma. El estadounidense también se planteó abandonar tras el calentamiento matinal. “Pensé que iba a tener que retirarme. Lloraba de dolor por el tobillo”, explicó.

Pero, una vez en la pista, Fritz superó la situación con un vendaje especial y pudo moverse mejor que Nadal con sus dolores en el pectoral, que limitaban mucho más sus acciones.

El premio para Fritz, de 24 años, fue su primer título en un Masters 1.000, el primero que ganaba un tenista estadounidense en Indian Wells desde que lo conquistó André Agassi en 2001, además de un triunfo que le propulsa hasta a la octava plaza mundial.