La Fórmula 1 vivió la noche más larga y tensa de su historia reciente en Arabia Saudí. A pesar de las promesas de máxima seguridad por parte de los organizadores del gran premio, la Defensa saudí no pudo evitar que uno de los misiles lanzados por los insurgentes hutíes de Yemen impactase en una refinería, a solo a 16 kilómetros del circuito de Jeddah Corniche, provocando un monumental incendio en las instalaciones de Aramco, patrocinador del campeonato. La columna de humo se veía desde la pista, mientras los monoplazas seguían rodando, ya que el atentado ocurrió durante los primeros entrenamientos libres.

A pesar del incidente, la F1 y FIA insistieron en que el ‘gran circo’ no corría ningún peligro: “Las autoridades nos han confirmado que el objetivo no son los civiles ni el gran premio, solo Aramco”, repetían los presidentes de la FIA, Mohamed Ben Sulayem, y la F1, Stefano Domenicali.

Amago de motín

Tras una cumbre de urgencia con escuderías y pilotos, se acordó correr también los libres 2 y volver a reunirse al final del día. Los jefes de equipo salieron convencidos con los argumentos de la F1 y los promotores de la carrera, pero no así los pilotos, que protagonizaron un amago de motín y mantuvieron una interminable reunión, de casi cuatro horas, que concluyó pasadas a tres de la madrugada en Jeddah. 

George Russell, presidente de turno de la Asociación de Pilotos ante la ausencia de Sebastian Vettel, volvió a confirmar que aceptaban disputar el gran premio. Pero más allá de la decisión definitiva, la postura de fuerza de los pilotos dio a entender hasta qué punto algunos de ellos están cansados de ser los ‘payasos’ del circo y de las presiones de índole económica a las que están sometidos por parte de las altas instancias de su deporte.

Comunicado final

Este sábado por la mañana, F1 y FIA difundían un comunicado ratificando que el GP de Arabia sigue adelante. Paralelamente, la asociación de pilotos emitía otro mensaje: "Es difícil entender lo complicado que es pilotar un F1 en Jeddah, pero con el humo del incidente resulta difícil mantener la concentración y eliminar las preocupaciones. Mantuvimos largas discusiones entre nosotros, con los jefes de equipo y los directores del deporte, se compartieron varias opiniones y se debatió. Se escuchó también a las autoridades saudíes. Acordamos que habría clasificación y carrera. Esperamos que el GP de Arabia se recuerde por una gran carrera y no por el incidente del viernes".