«No era el objetivo», repiten jugadoras y entrenador, pero lo cierto es que a falta de dos jornadas para el final de la fase regular el Anagan Stadium Casablanca se ha ganado un puesto en la fase de ascenso a la Liga Challenge, que se jugará del 21 al 24 de abril. «Nuestro objetivo era salvarnos cuanto antes y luego competir cada partido. Eso nos ha llevado a tener la posibilidad de ir a la fase de ascenso, pero lo veíamos como un posible premio. Una vez que lo teníamos tan cerca lo hemos peleado», explica Bea Bollullo.

«Es nuestra segunda temporada juntas y gran parte del trabajo ya lo teníamos hecho. Hay muy buen ambiente tanto dentro como fuera de la pista. Hay partidos que tenemos más o menos acierto pero en defensa siempre intentamos estar fuertes y así no dependes tanto del acierto», añade la jugadora. Algo que confirman sus compañeras y el entrenador. «Sobre todo hemos sido uno de los mejores equipos defensivamente, no solo por sensaciones sino por números, promediamos 55 puntos de media, así es muy complicado que nos ganen. Las jugadoras me lo ponen muy fácil, les gusta el trabajo defensivo», asegura Dani Rubio.

El equipo, filial del Casademont Zaragoza de Liga Femenina Endesa, ha ejercido como tal prestando jugadoras y también ha tenido que echar mano de su cantera para cubrir bajas. «El trabajo de las júniors ha sido magnífico, sin ellas no se entrena de la misma manera, ni tendríamos ese plus en las rotaciones», dice Raquel Terrer. Todas son de la tierra y se conocen desde hace años.

«Somos un equipo que al final funcionamos muy bien juntas y Dani, Rodrigo y el staff técnico han dado con la clave, han planteado un estilo de juego al que nos hemos adaptado muy bien y hemos sabido competir. Partidos que el año pasado se nos escapaban, este año los hemos sacado», continúa Terrer. Es la segunda temporada del equipo del Stadium en la Liga Femenina 2.

«Aparte de sacar el máximo provecho de los entrenamientos, la clave es lo bien que nos llevamos, estar tan a gusto y conocernos tan bien, poder hablar las cosas, que no haya mal rollo. En los momentos en que vas peor eso anima bastante. Y no esperarte nada, nuestro objetivo era mantenernos y al final nos hemos metido», explica Ana Tainta.

La alegría es doble, en el Stadim y en el Casademont. «Estamos felices porque casi todas las jugadoras provienen de la cantera y han mostrado un gran nivel competitivo y ahora les toca disfrutar del premio de la fase», apunta Manu Pérez, coordinador de baloncesto del club del canal. «Cuando se creó el filial la idea era formar jugadoras y salvar la categoría pero han continuado muy bien con el trabajo, nos han ayudado un montón y estamos encantados con ellas», dice José Descartín, responsable deportivo de la parte femenina del Casademont.