Las condiciones no fueron las mejores, pero ni el frío ni el intenso cierzo pudieron aguar una fiesta del deporte que se recordará durante mucho tiempo. El Maratón de Zaragoza, en el que participaron más de 1.500 corredores, cumplió con creces las expectativas generadas, y eso que no eran pocas, y dejó momentos para el recuerdo en un día en que la capital aragonesa fue el centro de todas las miradas del atletismo del país.

 A pesar de que el día no acompañó, muchos fueron los aficionados que quisieron brindar su aliento a unos corredores que agradecieron ese calor y que, cada uno dentro de sus posibilidades, se dejaron todo en el asfalto para superarse a sí mismos. Porque de eso va el atletismo, una lucha personal de cada corredor de la que ayer Zaragoza fue testigo. La cita dejó muchos nombres propios. En lo que respecta a la prueba global, los etíopes, como era de esperar, impusieron su mano de hierro y se impusieron tanto en categoría masculina como en femenina. En la que era la XV edición de la prueba, Adane Kebede Gebre fue el vencedor con un tiempo de 2.11.38, récord absoluto de la prueba. El africano consiguió imponerse a las duras condiciones climatológicas y batió la mejor marca histórica de la competición, hasta ahora en posesión de Peter Korir (2.12.31). La pregunta que queda a los aficionados al atletismo, ya no solo en la prueba masculina sino en el total de la competición, es qué hubiera podido pasar si el viento no se hubiera convertido en el protagonista de la prueba. Si bien el etíope Gebre fue el vencedor global, sin duda el protagonista en los chicos fue Jorge León. El atleta leonés estuvo pelando codo con codo con los africanos y luchó por el triunfo hasta el último kilómetro. Con su segundo puesto en la meta (2.11.50), León se proclamó por primera vez campeón de España de la distancia, y ese título le otorga la clasificación directa al Campeonato de Europa que se celebrará en Múnich el próximo mes de agosto y en el que representará a la selección española. «Me ha sorprendido el recorrido y me ha gustado mucho. Lástima el tiempo, sino creo que podría haber llegado a batir mi marca personal», afirmó el campeón español. Tercero, completando el podio, terminó Fekadu Berhanu (2.12.02).

En categoría femenina, la vencedora fue la etíope Fetale Dejene Tesegaye, que entró en la meta con un tiempo de 2.26.40. En lo referente al Campeonato de España, la triunfadora fue Yesica Más (2.41.22). Segunda fue Elena García Grimau, debutante en el modalidad, y el tercer cajón lo completó Pilar Rubio. En lo que respecta a la participación aragonesa, el turolense Marco Álvarez cumplió su objetivo de meterse entre los diez primeros nacionales al ser noveno (y 14º en la general). En chicas, Beatriz Martínez consiguió también una meritoria 13º posición. 

Compañerismo

Si el maratón no defraudó, la 10K también cumplió con las expectativas que había generado la carrera. Todo indicaba un duelo entre Toni Abadía y Carlos Mayo, quizá los dos mejores atletas aragoneses de los últimos años, y así fue, aunque entre comillas. Porque en un alarde de compañerismo y deportividad, los dos corredores decidieron entrar en línea de meta a la par y de la mano, en un tiempo de 30 minutos. «En los tiempos que corren, lo importante era demostrar que lo que nos une a todos los que estamos aquí es correr. Es nuestra forma de reivindicar que no queremos ningún tipo de conflicto», comentó Abadía en declaraciones a Aragón TV nada más terminar la carrera. Testimonio al que se sumó Carlos Mayo, que subrayó «el cariño que nos une». Si bien es cierto que los dos aragoneses dieron la sensación de no exprimirse al máximo y no pusieron toda la carne en el asador, ya que su principal objetivo es el objetivo es el Campeonato de España de pista cubierta que se celebra el próximo fin de semana. En categoría femenina, la triunfadora fue Claudia Jalón, con una marca de 37.07. La carrera dejó la historia de superación del atleta Iván Ramírez, que tras la brutal paliza que recibió, que hizo temer por su vida, consiguió terminar la prueba acompañado de Sergio Muro.

Esta fue una de las cientos de historias que se vivieron en una jornada inolvidable, la cual desde la organización calificaron como un éxito. «No nos podemos quejar de nada tanto a nivel organizativo como deportivo. Todo ha salido a pedir de boca y sin incidencias», recalcó Miguel Sola, uno de los planificadores de la prueba, que quiso resaltar la actitud del público que, a pesar de la fría mañana, no se quedó en casa. «Los corredores lo agradecen enormemente y es una de las cosas que hacen grande un maratón», valoró Sola. Y ese es precisamente el objetivo de la carrera de la capital aragonesa, seguir creciendo con días como el de ayer para poder mirar de tú a tú a los grandes maratones que se celebran en España.