El Villarreal está decidido a poner Europa patas arriba. Después de eliminar a la Juventus en octavos de final con un 0-3 en Turín, el equipo castellonense maniató al Bayern Múnich, tirano del fútbol alemán, en otra noche mágica en La Cerámica que tuvo como único lunar la falta de pegada. Porque los 'groguets', que ganaron 1-0 con gol de Danjuma, pudieron encarrilar perfectamente la eliminatoria. 

La de este miércoles fue una nueva demostración del gran entrenador que es Unai Emery. El técnico vasco, que no ha perdido ninguna eliminatoria europea desde que asumió los mandos del ‘Submarino’, había sido el último técnico ante el que el Bayern había hincado la rodilla como visitante, en septiembre de 2017 cuando el de Hondarribia dirigía al PSG. La historia se repitió.

Emery sacrificó el desborde Yeremi Pino para, con Gerard Moreno y Danjuma arriba sin un referente en punta, apuntalar la zona ancha con Coquelin, Parejo, Capoue y Lo Celso. Toda precaución era poca ante el arsenal ofensivo de Nagelsmann: Coman, Müller y Gnabry por detrás del goleador Lewandowski. Y por si faltaba pólvora, Musiala, otro mediapunta, ejercía en el doble pivote. Aunque la gran novedad en el once bávaro fue el regreso en el carril izquierdo de Alphonso Davies, ausente desde el 17 de diciembre por una miocarditis. 

El inicio soñado por Emery

Una acumulación de atacantes que podía volverse un arma de doble filo. Emery lo sabía. El Bayern corría el riesgo de partirse y el Villarreal explotó la primera grieta. Gerard cayó a banda derecha y, ante el desorden de la zaga bávara sin un ‘9’ al que marcar, cedió para la incursión de Lo Celso. El argentino asistió atrás para otra llegada sorpresiva, la de Parejo, y su disparo fue redirigido a gol por Danjuma, también solo.

Al tanto siguió un ejercicio de temple y oficio del cuadro ‘groguet’, que secó al Bayern hasta el descanso. El cuadro alemán tenía el balón en posesiones pastosas, redundantes centros laterales de Coman sin rematador. De Lewandowski, ni rastro. En la derecha, esfuerzo sin cuartel de Foyth y Lo Celso para frenar a Coman y Davies.

El Villarreal confiaba en su plan. Construía desde atrás, con lucidez, sin importarle la entidad del oponente. Una fluidez, de balón y movimientos, que les acercó al 2-0. Davies privó a Gerard de un tiro a bocajarro tras el pase delicioso de Lo Celso y a Coquelin el anularon por fuera de juego un centro-chut envenenado que sorprendió a Neuer. 

Saltan las costuras tras el descanso

Gnabry, con un tiro desviado por un alfiler, alertó del cambio de tendencia tras el receso. Volvió un Bayern más agresivo, lanzado al ataque. Coman emuló al alemán en el lado opuesto, Rulli rechazó abajo un misil de Davies y Pau rozó lo justo otro tiro de Coman dirigido a la escuadra.

Lejos de amedrentarse, los de Emery pudieron marcar a la contra en una fase alocada de ida y vuelta. Gerard chutó al palo y, a renglón seguido, cortó un pase defectuoso de Neuer. Su tiro, desde el centro del campo a puerta vacía, salió fuera. Lo Celso, incansable, corrió la banda a la contra y plantó ante el arco a Danjuma que, lento, se dejó robar el cuero. Como le faltó tacto en el remate minutos después a Pedraza, también asistido por Lo Celso. 

Ficha técnica:

1 - Villarreal: Rulli, Foyth (Aurier, m.81), Albiol, Pau Torres, Estupiñán, Coquelin (Pedraza, m.59), Capoue, Parejo, Lo Celso, Danjuma (Chukwueze, m.81) y Gerard Moreno.

0 - Bayern Múnich: Neuer, Pavard (Süle, m.72), Upamecano, Lucas Hernández, Davies, Kimmich, Musiala, Coman, Müller (Goreztka, m.62), Marc Roca (m.93), Gnabry (Sané, m.62) y Lewandowski.

Gol: 1-0, m.8: Danjuma

Árbitro: Anthony Taylor (ENG). Amonestó por el Villarreal a Estupiñán (m.75)

Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en La Cerámica ante 22.500 espectadores, 3.500 de ellos seguidores del equipo alemán.