Dani Alves derrocha carisma a raudales. El de Juazeiro disfruta como nadie a la hora de hablar de fútbol, “que salvó mi vida”, y del Barça. Enemigo de los tópicos, el brasileño analiza en SPORT la actualidad del club blaugrana en una entrevista en la que muestra su sinceridad incontestable. Se ‘moja’ sobre su futuro, , el mercado de fichajes –con Erling Haaland y Kylian Mbappé como principales protagonistas– y el posible regreso de Leo Messi para un "último baile". “Nadie tiene mi energía. Eso lo puedo garantizar”, dice al explicar su forma de entender la vida y el deporte al que tanto ama. Sin lugar a dudas, en esto no se equivoca.

Eres el futbolista con más títulos de la historia (44), el jugador más veterano en disputar un partido oficial y marcar un gol con el Barça. Tu biografía es de sobra conocida. ¿Dónde encuentras la motivación, ese hambre de títulos que siempre te ha caracterizado?

Creo que es una demostración de constancia, de respeto a tu profesión, de amor por lo que haces. De disfrute también. Cuando decidí jugar al fútbol, empezar mi carrera, quería dar siempre lo mejor de mí mientras durara, hasta que me diera la gana. Mis ganas siguen intactas. Puedo seguir aportando cosas, compitiendo, viviendo la profesión como se debe hacer. El cielo es el límite. El ser humano vive poniéndose límites, pero yo creo que tenemos que ser ilimitados todos los días. Tenemos que depender de nuestras ganas, no de que alguien nos diga que no podemos hacer esto o aquello. A mí lo que me sale de dentro en estos momentos es seguir jugando y disfrutando.

¿Cómo se gestó tu regreso?

Cuando rescindí con el Sao Paulo, decidí quedarme sin equipo para planear mi siguiente paso. Tenía opciones en Brasil y en otros equipos. Quería regresar a Europa para ir al Mundial. Pensaba que la única forma de aumentar mis posibilidades era estar en un escenario de alto nivel. Las competiciones europeas son un gran escenario. Quería demostrar que sigo valiendo, que sigo haciendo las cosas como las he hecho siempre. Esperaba que se abriese el mercado para elegir dónde ir. No me imaginaba que podría ser el Barça, pero sí que tenía ese cosquilleo. Se me encendió la bombilla cuando vi que la gente no estaba contenta y que se abrían mis posibilidades. Envié un mensaje a Joan (Laporta), ya le había dicho más de una vez que estaba libre y que podía ayudar. Entendía la dificultad del momento, que el club no estaba funcionando y que contratar a un jugador de 38 años no era el mejor mensaje posible. La gente se olvidaba, sin embargo, de que este jugador se llama Dani Alves.

Después de 400 partidos con la camiseta del Barça, ¿sigues siendo el mismo futbolista que llegó al Camp Nou en 2008?

El fútbol es como la vida: un detalle lo cambia todo. Nadie tiene mi energía. Eso lo puedo garantizar. Siempre intento que la gente se lo pase bien, esta profesión está para esto. Si tú disfrutas, la gente de tu alrededor también. Cambian los años, la ropa, pero no quien somos. Nada ha cambiado a nivel de energía, de predisposición, de felicidad, de realización. Vengo de construir una carrera increíble, he llegado a lo más alto. No tengo tiempo para perder, estoy otra vez en el mejor club del mundo. El fútbol y la vida me han devuelto todo lo que he hecho por este club, por este escudo. Soy el único jugador histórico del Barça que no ha tenido ni despedida ni foto oficial con los trofeos.

¿Por algo en concreto?

Porque yo no quería. Tenia ese cosquilleo de que regresaría. Cuando me fui a la Juventus, aquí me ponían en entredicho. Quería salir y demostrar cosas. Pasó el tiempo y se complicó mi vuelta, hay que ser realistas. Era ahora o nunca. Al final, por suerte, todo salió bien.

Llegaste a un equipo herido, en crisis de resultados e identidad. Ahora este Barça es capaz de acumular 14 partidos sin perder y golear en el Bernabéu. ¿Te puso cachondo el 0-4?

Otras cosas también me ponen cachondo, pero tengo que confesar que el 0-4 también lo hizo (ríe). He vivido momentos históricos contra el Madrid. El 0-4 fue especial porque fue una señal de que estamos volviendo en el mejor escenario posible. El Barça vuelve a competir e ilusionar a la gente independiente de lo que consigamos al final de la temporada. Los aficionados iban al Camp Nou sin saber qué iban a ver. Se había perdido el respeto al club. Todo el mundo sabe ahora que somos un equipo competitivo. Y que vamos a sudar la camiseta.

Dani Alves, con el director de SPORT, Lluís Mascaró. David Ramírez

¿Cuál ha sido la clave de esta metamorfosis?

Ha cambiado el ánimo. En el Barça tienes que venir a trabajar pensando que tienes el mejor empleo del mundo. Que debes sufrir durante la semana para poder disfrutar en los partidos. La única cosa que hemos hecho es hacer entender a la plantilla que si no pedaleamos ahora, ¿cuándo lo vamos a hacer? Tenemos que meterle ganas todos los días. Si no sudamos, mal.

¿Cómo estaban los ánimos cuando llegaste?

Me encontré un vestuario con la autoestima baja por los motivos que fueran. No puedes rendir al máximo si no crees en ti. Es muy importante sentirte más guapo, más interesante. Es una cuestión mental. Cuando la mente es débil, lo que viene de fuera te puede destrozar. ¿Por qué no puedo ser hoy lo que fui en el pasado? Puedo ser mucho más incluso.

¿Qué nos puedes decir sobre Xavi como entrenador? ¿Cómo le definirías?

Una de las cosas que más me gustan es que hasta en el cuerpo técnico hay dos bloques, uno más experimentado y otro más joven. Esta combinación es necesaria para mantener una tradición y que, al mismo tiempo, los jóvenes hagan la revolución. No hay que acelerar el proceso, tiene que ser algo natural. Esto no es un ‘sprint’ de 100 metros, es un maratón. Es una armonía, un equilibro, un respeto.

Lo conociste a fondo en su versión como jugador. ¿Es muy diferente?

El secreto de Xavi es el trabajo duro. Hay que luchar, hacer lo que hemos hecho siempre. Lo único que ha cambiado es que ahora es entrenador. Su punto de vista es el mismo que cuando jugaba. Estamos trabajando muy duro. Es la primera vez desde que estoy en el Barça que trabajo así.

¿Más que durante la etapa de Guardiola?

Sí. Con nadie hemos trabajado así a nivel físico. También es importante tener en cuenta que el fútbol ha cambiado. Guardiola contaba con mucho ‘pelotero’ bueno y no teníamos que correr arriba y abajo. Recuperábamos muchos balones en campo contrario. Ahora alguna que otra vez sí que toca correr y, para eso, necesitamos buen tono físico. Ahora no nos basta con el trabajo que realizábamos antes.

¿Son parecidos Guardiola y Xavi?

Ya dije hace diez años que Xavi sería el Guardiola 3.0 del Barça. Por cómo entiende el juego, por la adaptación de su futbol a las necesidades actuales y porque conoce la casa. Sabe lo que es necesario aquí. Hay que encontrar siempre a los buenos ejecutores para poner en práctica el estilo. Ese es el gran secreto de los buenos entrenador.

Imaginamos que el míster te habrá pedido que ejerzas de líder.

A mí Xavi no me tiene que pedir nada. Ya me conoce y yo lo conozco a él. Sé lo que quiere, lo que le gusta y lo que espera de mí. Me sale natural lo de ser un líder, es un proceso natural de la vida. Me gusta ver a la gente bien. Le digo a los jugadores que miren alrededor suyo y valoren lo que tienen. Nuestra profesión es la mejor. El fútbol salvó mi vida y la de mi familia. Intento transmitir esto a los jóvenes. Podemos cambiar la vida de otras personas, no estamos aquí de broma. Esto es mucho más que un ‘partidillo’ de fin de semana.

"Me encontré un vestuario con la autoestima muy baja"

¿Qué significa Laporta para ti?

Para mí, ‘Jan’ es el mejor presidente que ha tenido el club desde que yo formo parte de su historia. Siente el Barça como el que más y sufre mucho cuando las cosas no van bien. Siempre va a buscar la manera del ver al Barça arriba. Es para quitarse el sombrero. Es una alegría ver cómo alguien que ama a este club, que busca lo mejor, se preocupa para que todo vaya bien. Al fin y al cabo, él hace más grande a este club. Para ser presidente no tienes que dejar de ser tu mismo. Igual que para ser jugador. La gente se piensa que soy un loco las 24 horas de los siete días de la semana. Y no es así, solo 24/6,5 (ríe). Parece que para que te respeten tienes que hacerte el loco. Yo me adapto al mundo y lo soy. Pero también soy muy consciente con el mundo y sus problemas.

¿Qué es el proyecto ‘Good Moments’? ¿En qué consiste?

Yo soy una persona muy preocupada a nivel social, muy preocupada por la dirección que están tomando el mundo y las personas. Creo que los papeles están invertidos en muchas fases de la vida. Mucha gente está enferma mentalmente hablando. Para cuidar mi salud emocional, mi cuidado, mi longevidad en el mundo del deporte, nosotros decidimos crear una solución en este sentido. Yo tenía que tomar mucha suplementación. Se lo dije a Marcos, la persona que me acompaña y que se preocupa por mi bienestar, y él investigó mucho para reducir la cantidad de pastillas y crear el ‘Good Moments’ para que con dos cápsulas por la mañana y una por la noche se equilibraran mis niveles de estrés y de vitaminas. Hemos emprendido esta aventura pensando en qué podemos aportar a la sociedad para que las personas tengan estabilidad a nivel vitamínico. El estrés y la falta de control son la principal causa de las malas decisiones. No es un proyecto que nazca sin base y con un único objetivo comercial. La gente tiene que tomar decisiones en todo momento y debe estar serena para acertar. Entre nosotros tenemos que cuidarnos más y no intentar destrozarnos. Si todas las personas vivieran bien, el mundo iría mucho mejor.

Tu vuelta a casa ha sido prácticamente perfecta, pero tuviste que pasar un momento duro como fue el de tu no inscripción en la Europa League. ¿Cómo lo encajaste?

Yo siempre digo que cuando las cosas se hacen con naturalidad y conoces a la persona que tienes al lado, todo es mucho más fácil. Estoy seguro de que para Xavi fue tan difícil como para mí. Él me conoce y sabe lo que puedo aportar y cómo me tomo las cosas. Para mí, sinceramente, fue un poco más sencillo de encajar que si me hubiera pasado en otras etapas de mi carrera. Vine aquí para ayudar. Si tiene que ser así, adelante. ‘No te sientas mal’ le dije. Estamos todos en el mismo barco, intentando reconstruir al Barça. Él sabe que me 'jodió', no me lo tomé bien, pero respeté la decisión.

Hablemos de esta hornada de grandes jugadores que están subiendo y a los que estás ayudando. Empecemos por Pedri, el joven del que más se está hablando últimamente. ¿Cómo es dentro del vestuario? ¿Entiendes las comparaciones con Iniesta?

Es una persona particular. Es ‘alma vieja’, está a otro nivel. Es una pasada tenerle al lado. Soy muy privilegiado, estoy viendo cosas increíbles desde la primera línea. No me gusta compararle con nadie, aunque en el fútbol es inevitable. Don Andrés es don Andrés. Para mí, Pedri no es ni Xavi ni Iniesta, es un ‘mix’ de los dos.

Un centrocampista total, ¿no?

Sí (ríe). Incluso creo que tiene más gol que ambos. Prueba mucho desde fuera del área, chuta bien… Está mejorando mucho en este aspecto.

¿De Gavi qué nos puedes decir?

Ha sido una grata sorpresa para mí. Pese a seguir al Barça, no lo conocía. Es un jugador con una calidad increíble que, además, tiene ese punto de locura competitiva. Es más agresivo que Pedri. Sin querer tirar demasiados cohetes, creo que son dos jugadores que pueden marcar una época como lo hicieron Xavi e Iniesta. Por sus cualidades y las ganas que tienen. El fútbol actual es un poco diferente, pero lo tienen todo para triunfar.

¿Y Araujo? Es un líder nato.

Es un tipo de futbolista imprescindible en una plantilla. Todo equipo debe tener a jugadores de su perfil, cancheros. Gente con fuerza, carácter. A él le sale natural ser así. Puede ser un gran líder dentro del vestuario en el proceso de reconstrucción. Cuando los veteranos nos vayamos en un tiempo, gente como él tendrá que dar el paso adelante. En un equipo es muy importante contar con jugadores como Ronald. En el fútbol no todo es vestirse de corto y salir a jugar. Hace falta algo más para crear un buen ambiente. Estamos muy bien servidos de jóvenes. Los veteranos también intentamos empaparnos de lo que ellos nos pueden enseñar.

Dani Alves, durante la entrevista con SPORT. David Ramírez

¿Qué destacarías de Nico?

Nico es un 'box-to-box'. También es muy prometedor. Tiene que intentar aprender del mejor maestro, de Xavi. Poder recibir los consejos de un jugador histórico es una bendición para él. Insisto: es difícil encontrar a una generación de jóvenes buenos que tengan perfiles diferentes y se complementen.

Hay otro joven con el que no has podido compartir demasiados minutos en el terreno de juego: Ansu Fati, el heredero del ‘10’ de Leo Messi.

Ansu nació para marcar goles. Salvando las distancias, me recuerda a Samuel Eto’o. Es una máquina de destrozar defensas. Creo que también puede marcar una época, una historia especial dentro del Barça. Dependerá, como el resto de jóvenes, de que tome el camino adecuado y optimice sus cualidades. La fama es la mayor distracción que hay en la vida. Hay que saber dominarla.

¿Le estás ayudando a superar los palos anímicos que está sufriendo con las lesiones?

Sí, hablamos mucho. Él también habla portugués y ese punto en común nos ha unido bastante. Tiene una gran proyección y es un chico espectacular. Tiene un corazón enorme. Su familia le está ayudando mucho. Está a su lado. Hay que afrontar la vida con personalidad y serenidad. Detectar el problema y trabajar para solucionarlo. Leo también se lesionaba bastante en sus inicios y encontró la respuesta a sus problemas. Cuando Ansu lo haga, podrá tener más continuidad.

Con todos estos nombres de los que hemos hablado, ¿es necesario gastarse una millonada por Haaland o Mbappé? ¿El Barça necesita realmente a una estrella para dar el salto definitivo al máximo nivel?

El fútbol de hoy en día no te da tiempo para esperar a que los jóvenes se fogueen. El deporte te exige al máximo desde ya, desde el ahora. No obstante, yo no sería partidario de gastarme mucho dinero en determinados jugadores.

¿Echarías el resto por Haaland?

No. Sinceramente, yo no me gastaría mucho dinero en Haaland. En Mbappé sí, pero en Haaland no. Estoy jugando a ser director deportivo, eh, pero yo apostaría antes por Mbappé. Me parece más completo en todos los aspectos. Si vas a hacer una inversión gigante, la tienes que hacer en el mejor. Si dependiera de mí, yo apostaría por Mbappé.

¿Has intentado convencer a Dembélé?

Está en el Barça, el mejor club del mundo. ¿De qué le tengo que convencer? Tiene la oportunidad de vivir una historia bonita aquí. No hay que intentar convencerlo de nada, las personas son dueñas de su destino, pero él está en el mejor lugar posible.

“El fútbol salvó mi vida y la de mi familia”

¿Qué sensación tienes? ¿Crees que va a renovar?

No tengo ni idea. Al fin y al cabo, no sé ni si me quedaré yo (ríe).

¿No has hablado con el club de tu futuro? ¿Aún no hay decisión firme?

No. Voy a hacer lo mismo que en mi primera etapa: luchar hasta el final. Cuando estoy en una misión, me entrego a ella con todo. Quiero dar mi mejor versión, estar bien. Cuando acabe la temporada ya me comunicarán si sigo o no. Sin remordimientos. Ya somos mayores. Lo más importante para mí es la transparencia. No habrá problema si vienen y me dicen a la cara que no puedo continuar.

¿El Mundial de Catar es tu último gran reto?

El último no, pero sí que es importante para mí. Poder intentarlo una vez más… Esa es la idea. Intentaré que la tercera sea la vencida, aunque es evidente que hay otras selecciones que también tienen muchas posibilidades. Vamos a poner todo lo que está a nuestro alcance. Catar es un sitio que me gusta mucho en el que fui campeón del mundo con el Barça. Quizás es una señal. Creo que tenemos un equipo para competir por el título sin lugar a dudas. Tenemos calidad, una generación que combina experiencia y juventud. Tendremos posibilidades, pero hay que jugar. Bueno, primero tengo que hacer méritos para ser convocado.

¿Si no lo puedes ganar tú que lo haga Messi, no?

No, no, no. Yo no doy opciones a nadie. Lo quiero ganar yo. La Copa del Mundo tiene que ser nuestra. Pondremos todo de nuestra parte para que así sea. Si no, robaremos el trofeo (ríe).

Dijiste hace poco que no ves feliz a Leo en París. ¿Te gustaría que volviera al Barça?

No sé lo que piensa o quiere hacer. Podría volver un ‘añito’ conmigo para un último baile. ¿Por qué no? No hay mejor lugar que este. No podríamos estar mejor que en el Barça. Ha ido fuera y ha probado la experiencia. Es hora de regresar a casa si él quiere.