El Periódico de Aragón

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La montaña en Aragón

La montaña en Aragón. ‘Puyando’ barredas

La I Trobada d’escalada en aragonés congregó en el Bulderland de Zaragoza a escaladores de todos los niveles para compartir su pasión por la lengua y la verticalidad

Las instalaciones del rocódromo de la avenida de Navarra congregaron a aficionados de todos los niveles.

Anseras. Acochar. Forau. Dido. Peu de Gato… Entre puyar y baixar, entre anseras y teitos, se filtraban estas palabras de apoyo, señales de guía, de consejo en aragonés. Lo nunca oído en el Bulderland de Zaragoza. Este inmenso rocódromo acogió este viernes a un grupo de intrépidos que se anudaron a una cordada en cuyo extremo colgaba su inquietud por la escalada deportiva y su deseo de hacer comunidad en aragonés. 

La Asociación Cultural Nogara está detrás de un evento que nace con el espíritu de persistir

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La I Trobada d’Escalada en aragonés, organizada por la Asociación Cultural Nogara, fue una reunión muy especial en la pared. Especial y esperada. Más de una treintena de treparriscos de todos los niveles se congregaron en una aventura novedosa, pero con recorrido, que viene desde baixo y quiere puyar rápido hacia la normalización. Según el Gobierno de Aragón, unas 25.500 personas hablan aragonés, un idioma propio con una presencia creciente en espacios como las redes sociales o gracias a programas de divulgación.

La jornada arranca de una misma base, en el corazón del Barrio de la Magdalena de Zaragoza, desde la pasión por aprender y difundir las lenguas de Aragón. En esta motivación se conocieron un grupo de montañeros en la sede de la Asociación Nogara. Las ganas de hacer cosas impulsaron pronto la necesidad de emprender alguna aventura sobre la roca, organizar alguna escapada donde poder expresarse y compartir afición. «En la asociación, al conocer que a algunos nos gustaba ir al monte, creamos un grupo de Whatsapp. Desde entonces hemos hecho alguna quedada para escalar juntos, aunque peleamos contra el problema de nuestra dispersión geográfica, al ser de todo Aragón», añade Rubén Santarromana, organizador de este evento del que no se conocen antecedentes.

Ampliar el círculo

Las circunstancias les llevó a idear alguna forma de ampliar el equipo. En la cabeza rondaba esa necesidad de poner en el calendario una cita en la que verse y poder introducir a otras en su afición a la escalada. El resultado fue la organización de la Trobada. «Durante las jornadas para divulgar las lenguas de Aragón que hace la Asociación Nogara desde hace 28 años siempre se añadía una actividad que no fuera puramente filológica, alguna salida al aire libre o una excursión. En esta ocasión decidimos hacer una quedada de escalada para ensanchar el círculo y que pueda entrar más gente», añade Rubén. No es casualidad que estas jornadas se hagan coincidir con el Día de Aragón.

Los montañeros, en el encuentro de este viernes. MIGUEL ANGEL GRACIA

La apertura de rocódromos urbanos y los cursos de iniciación se alimentan del creciente número de aficionados a la escalda. Este boom es apoyado por la condición olímpica de esta atractiva disciplina.

En la instalación de las Delicias no se juntaron únicamente experimentados escaladores, sino que se abrió la puerta de entrada para primerizos que querían probarse en vertical. Algunos fueron bautizados en su primera vez en el boulder y otros tiraron por combinaciones de dificultad. «Creo que hemos conseguido lo buscado. La pretensión ha sido pasar una buena jornada, sin competición, únicamente con la idea de juntarnos gente que quiere probar en este mundo y otra que queremos compartir nuestra afición con otros con el valor de poder hablar nuestra lengua», reconoce Rubén.

Normalizar el uso de la lengua

Aunque no hay un vocabulario específico de una actividad eminentemente técnica, sí han editado una pequeña publicación, que repartieron entre los participantes, en la que se muestran términos básicos de anatomía, tipos de presas o verbos útiles. El objeto es normalizar el uso de la lengua en espacios compartidos, fuera del aula o del ámbito rural para intercambiar léxico y gramática.

Entre los participantes se encontraba Chema Agustín, experimentado especialista que ha escrito una guía de escalada y un libro artístico sobre los Mallos de Riglos. «Nos ha donado una baraja que cartas que ha realizado con motivos de montaña y que hemos sorteado», apunta Santarroma. La editorial Prames y la marca de ropa ética Esbarzers también han contribuido para completar una fiesta que no quiere detenerse a ninguna cota porque «nos gustaría darle continuidad en el futuro y que cada vez seamos más». Más escaladores y más charraires. 

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