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Regional Preferente

Conteniendo la respiración

Mory Sarr cayó desplomado en el duelo de su equipo, el Ajax de Juslibol, con el Almudévar tras un golpe con un poste de la luz en las costillas. «Hay dos horas de las que no me acuerdo de nada», señala

Mory Sarr, sonriente en su domicilio tras haber sido dado de alta ANDREEA VORNICU

Parecía un encuentro más de los cientos que se celebran cada fin de semana en Aragón, pero en el Almudévar-Ajax de Juslibol por momentos se temió lo peor. Corría el minuto 33 del partido cuando Mory Sarr dio el susto al darse un fuerte golpe en el tronco. Afortunadamente, horas después del accidente, el propio protagonista pudo relatar cómo vivió el momento. «Fue un balón largo desde su defensa que nos quería buscar la espalda a nosotros. Me mido en velocidad con su delantero, llego antes e intento proteger el balón para que salga, pero me mete el cuerpo, me desequilibra y me doy contra el poste», explica Sarr. Ese poste, en realidad, es una farola demasiado pegada al campo

Inmediatamente, el senegalés de 25 años supo que era grave. «Sentí un dolor tremendo, pero el mayor problema era que no podía respirar y notaba como me ahogaba», recuerda todavía angustiado. Rápidamente, los servicios médicos saltaron a socorrerle: «Me pusieron de lado y poco a poco fui sintiéndome mejor hasta que me pude levantar y empezar a andar por mi propio pie».

Pero cuando parecía que lo peor había pasado, llegó el verdadero sobresalto, y es que mientras Mory intentaba llegar a los vestuarios para ser atendido, se desplomó y quedó inconsciente. «Mi último recuerdo es el de estar en el túnel, lo siguiente ya es estar en el hospital. No me acuerdo de nada más», asegura el futbolista. Entre medias, un lapso de tiempo de unas dos horas en las que el miedo se apoderó de todos. El partido, como no podía ser de otra manera, se suspendió.

Hasta que llegó la ambulancia para que el jugador fuera trasladado al hospital se hacía todo lo posible por que Mory recuperara la consciencia y despertara, algo que por fin sucedió. Una vez ya en el Hospital de San Jorge, comenzaron a hacerle diferentes pruebas y analíticas. «Descartaron fracturas en las costillas aunque con la inflamación de la zona no pudieron apreciar bien la dimensión del golpe». Al futbolista le dieron de alta a las 3.00 de la madrugada del martes y pasó la noche en un hotel de la capital oscense. Ya por la mañana, pudo regresar a Zaragoza y le siguieron realizando diferentes para tener un diagnóstico definitivo. «Tengo que volver dentro de una semana con el médico de la federación porque los médicos aún no pueden ver bien lo que tengo», señala Sarr, que sin embargo reconoce estar ya más tranquilo: «Estoy mejor, más relajado».

Cuestión de mala suerte

A pesar de lo aparatoso del golpe, el senegalés le quita culpa al delantero del Almudévar. «Fue una jugada de fútbol, sin mala intención y totalmente fortuita», apunta Mory, que reconoce que el implicado en la desafortunada acción no le ha llamado todavía para preocuparse por su estado de salud. Pero el susto no le ha restado ganas a Mory Sarr, un veterano del fútbol regional aragonés a pesar de su corta edad, de seguir practicando su pasión y ya piensa en su vuelta. «No quiero esperar ni a la próxima temporada, espero recuperarme a tiempo para jugar algún partido este año», asegura un jugador que espera que el accidente que sufrió sirva por lo menos para que esa farola se retire de las proximidades del campo. «No entiendo qué hace allí, es un gran peligro. Al final no ha pasado nada pero podría haber sido mucho más grave», finaliza el futbolista, que guardará reposo, ya en su domicilio, durante los próximos días.

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