Nadie debe tener más ganas en el Liverpool de jugar frente al Madrid que Mo Salah. Media hora duró en la final de Kiev de 2018 ante los blancos, derribado por Sergio Ramos en una llave de judo (parecida a la llamada waki-gatame) que le obligó a ser sustituido. Fue solo el principio de la catástrofe personal y colectiva que se abatiría sobre el Liverpool a partir de ese momento hasta consumarse en la derrota final.

Como explicó Jürgen Klopp en referencia a un dicho alemán, el azar y los méritos facilitan el reencuentro en el Liverpool y el Madrid cuatro años más tarde. “Siempre te encuentras dos veces en la vida”, parafraseó el entrenador. Salah vuelve al césped, restablecido de las molestias en los aductores de las últimas semanas. Pero no estará Sergi Ramos, que se marchó al Paris Saint Germain, para revivir aquellos malos recuerdos.

Salah ha sido elegido el mejor jugador de la Premier y ha ganado los trofeos al máximo goleador y el mayor asistente

"Fue el momento más duro de mi carrera. Salir del campo lesionado a los 30 minutos es lo peor que puede pasarle a un jugador”, explicaba Salah esta semana, olvidado el dolor físico de la subluxación acromio-clavicular que le causó el defensa madridista, en una falta provocada con “una astucia casi diabólica”, como reconocía en sus memorias otro central, el italiano Giorgio Chiellini, quien ya había observado anteriormente a Ramos utilizara esa treta para frenar a un delantero agarrándole del brazo para derribarle hasta el suelo.

La decepción del domingo en Liverpool, al ver escaparse la Premier en la apoteósica remontada del Manchester City, ha incentivado la motivación de la plantilla roja. El título no estaba en sus manos, sino que dependía del error ajeno. Conquistar la Champions, en la tercera final en cinco temporadas, sí lo está.

"Aún no hemos terminado"

“Aún no hemos terminado”, escribió en Twitter Mohamed Salah Hamed Mahrous Ghaly, nacido en Nagrig (Egipto) el 15 de junio de 1992, exhibiendo los dos trofeos que acreditan su excepcional temporada. En la mano derecha sostenía el premio al Mejor pasador de la Liga al contar 13 asistencias, una más que su compañero Trent Alexander-Arnold. Con la izquierda así el premio al Máximo goleador del torneo, con 23 tantos, que ha obtenido por tercera vez, empatado con el surcoreano Son Heung-min, del Tottenham.

Salah es el segundo jugador de la Premier que aúna los dos galardones en la misma campaña, después de que lo consiguiera Harry Kane, también del Tottenham. No se puede ser un futbolista más completo, un delantero más eficaz, que ser el primero en marcar goles y en darlos a los compañeros. También ha sido elegido el Mejor jugador de la Premier por la Asociación de Escritores de Fútbol (FWA).

A punto de cumplir 30 años, con solo una campaña de contrato en el Liverpool, Salah ahuyentó el temor a su inminente marcha de Anfield. Disipada la preocupación de que no pudiera disputar la final, el delantero limpió el ambiente de sospechas. Sadio Mané, su compañero y rival (le privó de conquistar al Copa de África al vencer Senegal a Egipto por penaltis en la final), está en el mismo caso.

No me centro en el contrato, no quiero ser egoísta en estos momentos tan importantes. Quiero volver a ganar la Champions”, respondió, antes de la aclaración definitiva: “Me quedo la próxima temporada seguro”. Algo, sin embargo, que estará en tela de juicio hasta el cierre del mercado por el efecto cascada que producirá la continuidad de Kylian Mbappé en el PSG.

El Madrid contaba con el fichaje del francés, despedido Gareth Bale y extraviado Eden Hazard, y necesita cubrir ese flanco en la banda derecha para seguir siendo competitivo. El agente de Salah ha tanteado a varios clubs su disponibilidad económica para fichar al futbolista egipcio, cuya cotización se ha disparado en Liverpool.

Llegó en 2017 a cambio de 42 millones de euros, tras un largo periplo de formación y maduración que transcurrió por Basilea (12-13), Chelsea (Mourinho le fichó, pero no le dio ni bola y lo cedió), Fiorentina (14-15) y Roma (15-17), antes de consagrarse con Klopp en Anfield.