A tozudo no le gana nadie. Da igual que se lo pida su padre con duros gestos o su hermana, suplicándoselo, porque Rafael Nadal decidió seguir sobre la hierba de Wimbledon pese a las molestias que sufrió en su abdomen durante el partido de cuartos ante Taylor Fritz.

Con 4-3 en el segundo set, el tenista manacorí pidió la presencia del fisioterapueta, después de que se tocara la zona abdominal. Nadal tuvo que abandonar incluso la cancha para ser atendido por el médico. Ese dolor, sin embargo, no le hizo abandonar la pista y decidió seguir peleando con un resultado de 3-6, 4-3.

Su padre, Sebastià Nadal, y su hermana, Maria Isabel, le recomendaron desde la grada que no siguiera con ostensibles gestos, pero Rafa no les hizo caso.  

Curiosamente, hace ahora once años, en un partido disputado en Melbourne, su por entonces entrenador, Toni Nadal, también le pidió que abandonara el encuentro. Su respuesta en aquella ocasión fue todavía más clara: