Cuando el Tour llega a Saint Etienne, una de las villas típicas de la carrera, siempre parece que lo haga con una estufa colocada sobre las cabezas de los corredores. Arde el cielo y casi se derrite el asfalto. Cuatro horas de pedaleo, entre un viento traicionero y un pelotón que juega al gato y al ratón, ¿capturó o no a la escapada del día? Pero por un día la suerte y la victoria sonríe al más hábil de los fugados: Mads Pedersen.

El Tour de este año parece que hable danés; de Dinamarca partió la carrera, de ese país es el líder de la prueba, Jonas Vingegaard, y un paisano suyo ganó este viernes en la cuna francesa de la canícula: Pedersen, quizás el campeón del mundo más inesperado y menos conocido de los últimos años. Logró el jersey arcoíris en 2019, antes del dominio mundial del ausente Julian Alaphilippe -estará en la Vuelta que poco a poco va confirmando una lista de postín-.

Por un día estuvo tranquilito Tadej Pogacar y no hubo ni un conato del duelo anunciado, la salsa de este Tour. Por una etapa, los gregarios de oro del Jumbo anduvieron con cierta relajación, otros les hicieron el trabajo de tragarse el viento, de conducir al pelotón y de decidir si dejaban o no llegar la escapada a Sant Etienne. Al equipo de Vingegaard, ciertamente, le daba igual.Ellos solo se querían recuperar del esfuerzo alpino, nadar y guardar la ropa, que de haberlo hecho seguro que habrían estado más fresquitos que sobre una bicicleta.

Era la penúltima oportunidad de los velocistas antes de que lleguen los Pirineos, la siguiente será el domingo. Pero los esprinters están muy maduros, como la fruta que cae del árbol. Al mínimo repecho se quedaban. Sus gregarios trataban de refrescarlos, de animarlos, como hizo otro danés, Michael Morkov, posiblemente uno de los mejores lanzadores que hay en el pelotón mundial, con su jefe en los esprints, el neerlandés Fabio Jakobsen, al que le pesaban las piernas. Le arrojaba agua fresca, casi lo regaba, una ducha en plena etapa.

Como Philippe Gilbert, campeón del mundo, 40 años ha cumplido corriendo su último Tour. Se pasó buena parte de la etapa tirando del pelotón para que su velocista en el Lotto, Cadel Ewan, se cayera en una curva. Gilbert se retira este año, como Alejandro Valverde Vicenzo Nibali, ambos en la nómina de artistas de la Vuelta.

Y para que hubiera emoción, para que el día no fuese solo de transición, de los que invitan a escribir y a hacer previsiones de lo que puede suceder este sábado en Mende ¿atacará o no Pogacar? llegaron los 'abanicos', los cortes, el viento de costado. Dos veces se fracturó el pelotón.

Pero solo fueron como los fuegos artificiales que iluminaron el cielo de Francia la noche anterior por el 14 de Julio