Había ganas. Había muchas ganas. Desde el 6 de junio de 2003, hace casi 20 años, no jugaba la selección española en Zaragoza. Casi 20 años de ausencia. Casi nada. Y eso se está notando en las calles de la capital aragonesa y se notó en La Romaeda, que rozó el llenó con 31.809 espectadores
En cualquier rincón de la ciudad abundaban las camisetas rojas, color que se intensificaba en las cercanías de la plaza del Pilar, en donde, a las puertas del ayuntamiento, lleva colocada desde las 11 de la mañana. y hasta las 20.00 horas, la Fan Zone de la selección, por la que han pasando, y están pasando, miles de personas.
Familias enteras no se han querido perder el acontecimiento. Los hijos, que en su gran mayoría no habían ni nacido la última vez que España jugó en la capital aragonesa, pudieron disfrutar de varias actividades de entretenimiento que giraban todas en torno a la selección incluido un mini campo de fútbol, y los padres tuvieron la oportunidad de rememorar en una gran pantalla las mejores imágenes de la historia reciente del combinado nacional, en las que destacaban la consecución, de manera consecutiva, de las dos Eurocopas y el Mundial. Precisamente esos trofeos, presentes en la plaza del Pilar, fueron el mayor reclamo, generando una gran fila para sacarse una foto con ellos.
También hay una tienda para comprar productos oficiales de la selección para que, el que aún no lo hacía, pudiera lucir los colores de la selección, aunque los más veteranos han mostrado con orgullo, y con cierto aire de nostalgia, sus viejas camisetas, en las que un número y un nombre predominaba: el 7 de David Villa.
Tanto si no habían conseguido entrada y esa era su forma de disfrutar del regreso de España como si la visita a la Fan Zone era la forma escogida para calentar motores antes del plato fuerte del día, el encuentro en La Romareda ante Suiza, los zaragozanos están viviendo un día festivo. Como si las fiestas del Pilar se hubieran adelantado unas semanas, con la diferencia de que, en vez de gente vestida de baturra hay una marabunta de aficionados de rojo que está vibrando con el regreso del combinado nacional.
"Es un exitazo que España esté aquí 19 años después. Lo más importante es cómo la ciudad está recibiendo a la selección. Se nota, se siente... La gente está encantada. Las cosas no podían salir mejor de lo que están saliendo. Queremos ganar hoy y que la selección vuelva muy pronto", manifestó Jorge Azcón, que considera esta visita como un paso "fundamental" para las opciones de Zaragoza de ser sede en el Mundial de 2030: "Zaragoza tiene que demostrar que está preparada para acoger a la selección española. El Mundial es una aspiración legítima y este es un paso para demostrar que podemos estar. Será muy bueno para la ciudad y para todos".
El homenaje
En otro punto de la ciudad, en el hotel de concentración de la selección, el Reina Petronila, la RFEF ha rendido un homenaje al fútbol zaragozano, en un evento con la presencia de nombres como los de Carmelo Cedrún y Paco Santamaría, cuyos dorsales han recogido sus respectivos hijos, Güerri, Solana, Javi Moreno, José Ignacio y Juan Señor, quien ha hablado en nombre de todos ellos.
El momento más emotivo ha llegado con la entrega de los dorsales y diploma in memoriam a José Luis Violeta, Miguel Ángel Bustillo y Carlos Lapetra para los que el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, ha tenido palabras de agradecimiento y reconocimiento a su recuerdo.
Además, también ha sido recordada la figura de José Ángel Zalba, histórico presidente del Real Zaragoza fallecido el pasado mes de agosto. Rubiales ha transmitido su afecto a la familia y ha honrado su figura, fundamental para el crecimiento de la entidad aragonesa y del fútbol nacional. El presidente ha entregado a la familia de Zalba la Medalla de Oro del Fútbol Español. El cincovillés fue un directivo muy relevante en la Real Federación Española de Fútbol y, entre otros cargos, fue el presidente del comité organizador del Mundial de España de 1982.
La previa
Conforme fueron pasados las horas y se acercaba más el momento cumbre, el ambiente se ha ido trasladando del centro de la ciudad hacia los aledaños de La Romareda. El lugar era el mismo en el que hay fútbol cada 15 días, pero las sensaciones no. Todos los allí presentes sabían que iban a presenciar algo que se salía de lo común. Así se lo hicieron sentir al autobús de la selección, que apenas se pudo hacer paso entre los miles de aficionados que aguardaban su llegada al estadio municipal. Las caras pintadas, camisetas, banderas, bufandas...rara era la persona que accedió sin un complemento para la ocasión a una Romareda con la cara lavada y vestida de gala para un regreso que se hizo de rogar pero que al fin ocurrió. España ha vuelto a Zaragoza y la ciudad ha sabido estar a la altura.
