Champions League

El Manchester City humilla el orgullo del Bayern

El conjunto inglés pasó por encima de los alemanes con una exhibición de juego | Rodri abrió el camino de la goleada mancuniana con un soberbio trallazo desde la frontal

Haaland y Bernando Silva celebran un tanto ante el Bayern Múnich.

Haaland y Bernando Silva celebran un tanto ante el Bayern Múnich. / EFE

Jonathan Moreno

El fútbol no son matemáticas. Nada hay absoluto. Ni tan siquiera un 3-0 en una eliminatoria de Champions League. Para muestra, muchos botones. El Manchester City, no obstante, muy mal lo tendría que hacer en Múnich para no estar en semifinales. Los de Pep Guardiola humillaron al Bayern en una nueva batalla táctica ganada por el genio de Santpedor. El resultado podría haber sido mucho más ruborizante para los entrenados por Thomas Tuchel.

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3 - Manchester City: Ederson; Stones, Akanji, Dias, Aké; Rodrigo, De Bruyne (Álvarez, m.68), Gundogan; Bernardo, Grealish y Haaland.

0 - Bayern Múnich: Sommer; Pavard, Upamecano, De Ligt, Davies (Cancelo, m.80); Goretzka, Kimmich, Musiala (Mané, m.69); Coman, Sané y Gnabry (Muller, m.80).

Goles: 1-0. Rodri, m.27, 20. Silva, m.70 y 3-0. Haaland, m.76.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (ESP) amonestó a Silva (m.48) por parte del Manchester City y a Davies (m.49) y Pavard (m.88) por parte del Bayern Múnich.

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Etihad Stadium (Mánchester).

Guardiola sacó la probeta, la pipeta y el quemador Bunsen. Sutilezas tácticas de laboratorio. El técnico catalán ubicó a Stones junto a Rodri en fase ofensiva, reculando a su posición natural en el eje defensivo cuando la pelota la dominaba el Bayern. Los celestes, cómo no, le negaron la pelota a los bávaros, acelerando en el último tramo con esa bestia parda llamada Erling Haaland. El noruego te monta un cirio en un suspiro. Y casi se la lió en una duda a Upamecano.

El temporal de viento y agua -lo habitual en el húmedo noroeste británico- no frenó a los mancunianos, acostumbrados a jugar con los elementos adversos. De Bruyne aparecía omnipresente y Haaland asustaba a Sommer, torpón con los pies. El ‘9’ escandinavo remató tímido una asociación entre Gündogan y Grealish. No así Rodri. El pivote madrileño se sacó a Musiala de encima con un rejoneo y, en el alféizar del área, armó la zurda para ponerla donde sestean los arácnidos. Primer gol del español en la Champions League. No pudo elegir mejor la ejecución ni el momento. 

El 1-0 reforzó la apuesta ‘cityzen’, que casi dobló su ventaja en una salida a por uvas de Sommer. El helvético ventiló su fallo desde el césped con un acto reflejo y frustrando a Gündogan que las estampó contra el muñeco. Ni rastro del Bayern en ataque, falto de referencias y con Coman y Sané permutando en los extremos. El ex del City escribió el epílogo con un zurdazo que rozó el palo, y metió anímicamente a la ‘Mia San Mia’ tras el intermedio con tres lanzamientos que despertaron a Ederson de su letargo. 

A tumba abierta

La imprudencia alemana en retaguardia, sin embargo, reseteó a los celestes. Upamecano flaneaba y Sommer crecía para camuflar las carencias de su compañero. El suizo no pudo tapar el enésimo error grosero del francés, al que le dio por driblar en la salida del balón. Grealish le robó la pelota, soltó el tacón para que Haaland y Bernardo mudaran de piel por unos minutos. Centro del noruego y cabezazo del luso para delirio del Etihad.

El ufano gigante Bayern estaba sufriendo en el campo y en su desmesurado orgullo, y aún le faltaba por sufrir una nueva afrenta. Rúben Dias descargó un centro desde la derecha y Haaland, oliendo sangre, rebajó el duelo de Múnich prácticamente a categoría de anécdota. Y suerte tuvieron los germanos que el resultado no fuera más hiriente.