Agresión sexual

Alves afirma en su cuarta versión que el sexo con la denunciante fue consentido

La defensa estudia pedir su excarcelación tras su nueva declaración ante la jueza

Dani Alves vuelve a declarar ante la jueza para insistir en que la relación sexual fue consentida

Agencia Atlas

El exjugador del FC Barcelona Dani Alves ha asegurado este lunes ante la jueza que instruye la investigación contra él por presunta agresión sexual que la relación que mantuvo con la joven denunciante, de 23 años, en la discoteca Sutton fue sexo consentido y, por lo tanto, no la forzó. De esta manera, ha respondido al análisis de ADN de los restos de semen hallados en el interior del cuerpo de la víctima y que desvelaron que esta fue penetrada, extremo que no fue explicado ni reconocido por el futbolista brasileño en su primera y hasta hoy única declaración, el pasado 20 de enero, el mismo día que ingresó en la cárcel.

Ante las contradicciones en las que incurrió durante ese interrogatorio, llegó a dar hasta tres versiones, y las pruebas que después se han ido recopilando, la magistrada sustituta que entonces estaba a cargo de la investigación ordenó su ingreso en prisión por el riesgo de fuga. La togada redactó en el auto de prisión en el que argumentó el encierro preventivo de Alves que "existen indicios mucho más que suficientes" para considerar que se produjo una violación en la discoteca y que el sospechoso fue el autor de la misma. La resolución judicial, confirmada posteriormente por la Audiencia de Barcelona, sostenía que existía riego de fuga por la capacidad económica de Alves. No se descarta que la defensa, ejercida por el abogado Cristóbal Martell, solicite de nuevo la libertad.

Las imágenes de la discoteca

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la discoteca recogieron el encuentro que mantuvo el jugador con la víctima y unas amigas en la zona VIP de la discoteca en la madrugada del 31 pasado de diciembre. Los vídeos muestran que, tras entablar conversación durante varios minutos, el jugador se dirigió hacia el lavabo del reservado y luego le siguió la joven, cuando este le insistió, según la versión de ella. Permanecieron dentro del baño 16 minutos. No hay grabaciones de lo que ocurre en el interior de ese espacio. La mujer asegura que en cuanto vio que era un servicio –con un váter y un lavamanos– quiso salir, pero afirma que Alves cerró la puerta y se lo impidió. La abofeteó y la violó, explicó en su denuncia la mujer.

Desde enero, al juzgado han ido llegando resultados de pruebas que juegan en contra de Alves, como el informe policial de las huellas dactilares encontradas en el lavabo de la discoteca y que corroboran la versión de la joven o la grabación casual, a través de la cámara que llevaba un mosso, del estado en que se encontraba la joven minutos después de la presunta agresión sexual. Pero la prueba más contundente es el análisis de los restos de semen que se recogieron de las muestras intravaginales de la víctima y que ha obligado al jugador a dar una nueva versión sobre lo sucedido.