La montaña en Aragón

Una fiesta de la escalada

Hasta 300 escaladores se reúnen hoy en Bulderland de Zaragoza en la cuarta edición del Open TrangoBlock, una competición popular con 35 bloques para todos los niveles

El Open Trangoblock alcanza la cuarta edición con un paulatino crecimiento de participantes.

El Open Trangoblock alcanza la cuarta edición con un paulatino crecimiento de participantes. / BULDERLAND

Sergio Ruiz Antorán

Sergio Ruiz Antorán

Una fiesta con 300 invitados. Una hora y media de frenética juerga entre presas y desplomes. Una jarana buena para los amantes de la escalada. Un atractivo que vuelve a concentrar en Bulderland, el rocódromo de la Avenida de Navarra de Zaragoza, la mayor instalación de este estilo en toda España, una fecha única que airea el subidón de practicantes que esta modalidad vertical vive en Aragón. Una cita definida con dos términos que no son antónimos: competitiva y popular, porque a la destreza de enfrentarse a otros se añade un ambiente rodeado de música en directo y exposiciones de productos, comida, y sorteos.

«Es una fiesta, un día especial que combina escalada con espectáculo y buen ambiente», indica Samuel Arroyo, emprendedor que ha contagiado ese cosquilleo por la escalada bajo techo. Ese cosquilleo de probarse ante 35 bloques distintos, confeccionados especialmente para este evento, en los que medirse con los otros y, principalmente, con uno mismo, con su capacidad, fuerza, coordinación, concentración, equilibrio y técnica.

En su cuarta edición, el Open Trangoblock condensa solera y arraigo contado en un listado de inscripciones único en un acontecimiento de escalada indoor en Aragón. El formato incrementa una dosis de interés. Cuatro rondas, con 75 participantes, que tendrán noventa minutos para completar el mayor número de boulders distintos. «Se cuentan las pegues, es decir, los intentos, por si hubiera que desempatar, no obstante, la rapidez es esencial para superar el reto, porque tienes que hacer el mayor número de vías», indica Samuel Arroyo.

Al equipo de equipadores de Bulderland se han sumado otros técnicos que han compuesto un menú atractivo de combinaciones donde a la habilidad se suma la resistencia como meta personal para los participantes «llegados de todas las partes de Aragón, de Huesca y Teruel, pero también de otros sitios de España. Muchos del norte», indica Samu. Hay dos categorías, además de masculina y femenina, una dirigida a competidores amateur (promesa) y otra para un nivel mayor (absoluta), que se definirán con tres bloques específicos. «Las vías no están marcadas, pero hay de distintos grados. Obviamente, algunos se ven a primera vista, por sus características. Luego los dejamos un par de semanas y hay gente que se sorprende porque, gracias a la motivación consiguen cerrar líneas que antes no podían», insisten desde la organización.

A ciegas

Cada participante lleva su propia ficha, en la que apunta sus logros y repeticiones. Habrá jueces que confirmarán los resultados en los propios tablones. Se han concretado cuatro tandas, con 75 escaladores, para evitar aglomeraciones y mejorar la seguridad. Esta primera fase se desarrollará toda la mañana desde las 9.00. La marca aragonesa Trangoworld patrocina este evento, que contará con espacios comerciales.

«Las vías no están marcadas, pero hay de distintos grados. Algunos se ven a primera vista, por sus características. Luego los dejamos un par de semanas y hay gente que se sorprende porque, gracias a la motivación, logran cerrar líneas que antes no podían»

Al final se contabilizan todos los retos logrados de manera individual y los seis primeros pasan a las finales. Unas finales a ciegas. «La tanda final la haremos en el segundo nivel, donde se han equipado bloques de mayor dificultad que estarán tapados. Serán seis vías». Los finalistas deberán acometer una a una estas progresiones, sin poder ver cómo las ejecutan los otros escaladores «porque si no tendrían ventaja los últimos, al ver los trucos o formas para superar los pasos más delicados. De hecho solo las destapamos una a una. Este formato es muy atractivo también para el espectador, que ve las diferencias de cada uno de los escaladores», añade Samu. 

Bulderland cuenta con más de 2.000 metros cuadrados escalables, siendo una de las poquísimas instalaciones que existen en Aragón con estas características, gracias a la iniciativa de estos intrépidos escaladores que se decidieron por montar este recinto hace cinco años. Una sala de boulder que se convertirá en una sala de fiestas con magnesio y gatos.