Las valkirias, en la antigua mitología nórdica, eran semidiosas encargadas de transportar a los guerreros más valiosos caídos en batalla hasta el Valhalla, el reino de la eternidad gobernado por Odín. Con el paso de los años, las valkirias han inspirado valentía y fortaleza a la hora de la batalla, como la que transmite la ópera épica que lleva el nombre de las semidiosas compuesta por Richard Wagner a finales del siglo XIX. En ella, las valkirias se transforman en las guerreras encargadas de defender el Valhalla de sus enemigos.
«Empezó por una tontería, por una canción que puse en una historia de Instagram», explica Asun Lacruz, que eligió el apodo de Valkiria para subirse al ring, como hizo el fin de semana pasado en el Campeonato del Mundo WBC de muay thai de Venecia, de donde esta aragonesa de 16 años regresó con el título mundial en la categoría de menos de 54 kilos. «Estoy contenta y orgullosa, por todo el trabajo que tiene detrás y porque ganar un campeonato del mundo...», dice Asun, todavía algo incrédula por el hito conseguido. «Ahora tengo tatuada una valkiria y hasta mi hermana pequeña es la ‘mini valkiria’», confiesa entre risas.
Su historia con el deporte de contacto comenzó antes de su nacimiento, ya que su madre es Verónica Lacruz, apodada La Pantera, la primera boxeadora aragonesa en subirse a un ring. La Pantera logró el bronce en los Nacionales de 2012 y 2013 acompañada de Asun, que por aquel entonces no superaba los 6 años de edad. «Ella es mi apoyo. Mi madre ha vivido todo esto, lleva casi 50 peleas y ha estado en la misma situación que yo. Está súper orgullosa por lo que he hecho, aún más al ser un deporte parecido al suyo», indica Valkiria.
Ahora, es la madre la que acompaña a la hija, como también los dos mentores que Asun ha tenido y a los que agradece su implicación para haber llegado a tocar la cima a su temprana edad. «Ramón Aranda era mi entrenador hasta hace unos meses. Empecé a practicar muay thai más en serio y a pelear con él. Con Ramón crecí en este deporte», argumenta. «Antonio Puyo ha sido mi entrenador en las tres últimas peleas. Me ayuda a trabajar el físico y también la mente, y ahora soy muchísimo más fuerte en ambos sentidos», agrega Asun.
Allí donde va, la zaragozana no olvida sus raíces. «Me encanta ir por todos lados con mi bandera porque siento que todos los aragoneses estamos ahí. Me siento muy orgullosa de donde estoy llevando la bandera de Aragón», explica.
Ahora, el futuro se advierte brillante para Valkiria, que cuenta ya con cuatro campeonatos a nivel nacional que se suman al conseguido el pasado fin de semana en Venecia, todos ellos con solo 16 años. «Estoy súper ilusionada y deseando pasar ya a profesional, que es mi sueño a corto plazo porque falta muy poco para que se cumpla», manifiesta. «Más a largo plazo, quiero llegar a la One Championship, la Liga más importante de muay thai, a la que ahora están entrando mujeres españolas que nos están abriendo el camino a las luchadoras más jóvenes. Me encantaría vivir de esto porque es lo que me encanta y a lo que me dedico día a día», dice Asun Lacruz, la valkiria a la que le esperan muchas batallas por pelear.