Miguel Ángel Vidal, el peluquero de Luis Ocaña

Vidal debutó en el equipo ciclista Fagor en 1968 y corrió junto con otro aragonés, Antonio Martín

El oscense concilió el deporte y su profesión

Luis Ocaña al final de una etapa del Tour de Francia

Luis Ocaña al final de una etapa del Tour de Francia

José Luis Sorolla / EFE

Zaragoza

Miguel Ángel Vidal llegó a la concentración del equipo Fagor en diciembre de 1968, como un novato más en el pelotón ciclista. Pero le tocó poner en práctica toda su pericia en lo que sí era un verdadero profesional: la peluquería.

Nacido en Poleñino (Huesca) en 1945, Vidal corrió como ciclista profesional en la entonces categoría independiente junto a otro aragonés, el zaragozano Antonio Martín, y en el mismo equipo al que más tarde llegaría Luis Ocaña.

Este 7 de julio el Tour recordará a Ocaña con una salida de etapa en Mont-de-Marsan por el 50 aniversario de su victoria en la carrera de gala, así como al recién fallecido Txomin Perurena.

La ascensión al Tourmalet, en el Tour del 2015.

La ascensión al Tourmalet, en el Tour del 2015.

Oportunidades para los modestos

Vidal y Martín eran tan novatos que al comienzo de la temporada los periódicos los llamaban 'Los desconocidos de Mondragón'. Pero Vidal lo tenía claro: "Si todos los ciclistas españoles modestos tuvieran esta oportunidad que nos han dado a nosotros saldrían muchos más corredores profesionales".

La primera concentración del equipo fue en el Monasterio de Nuestra Señora de Aránzazu en Oñati (Guipuzcoa) durante dos semanas antes de Navidad. "Allí fuimos sin bicicletas y lo que hacíamos sobre todo era hacer gimnasia y jugar al frontón", explica a EFE Miguel Ángel Vidal.

"La primera foto como equipo nos la hicimos todos vestidos de traje porque todavía no teníamos las bicicletas", rememora.

En las largas horas de estancia en la concentración una de las primeras cosas que supieron de Vidal sus nuevos compañeros fue que en Tardienta trabajaba de peluquero con su padre. "Alguien dijo de pedirles unas tijeras a los monjes que eran con las que entre ellos se cortaban el pelo".

"Yo no me había llevado las mías porque no pensaba utilizarlas y las que nos dejaron no se parecían para nada con las que usaba en Almudévar, y tuve que apañarme con lo que me dejaron: tijeras, navaja y maquinilla", dice.

Ocaña, corte de pelo estilo 'Beatle'

El corte de pelo que pedían sus 'clientes' era "el corte clásico que se llevaba en aquella época", con la nuca muy corta y poco más. "Hasta que le tocó el turno a Ocaña, que ya estaba casado, y me pidió un corte con el pelo un poco más largo por detrás, como el estilo que llevaban los Beatles".

Ocaña, que en 1971 ya pudo ganar su primer Tour de Francia y reeditar el de Federico Martín Bahamontes de 1959 , empezó a dejar clara su calidad en el Fagor con el que fue segundo en la Vuelta a España para ganarla en 1970, con el Bic francés.

Tour de France 2023 - Stage 5

Tour de France 2023 - Stage 5 / CHRISTOPHE PETIT TESSON

La personalidad de Ocaña era patente en todo momento y recuerda la anécdota de la toma de medidas para los trajes. "A mí dadme la tela que me lo hará mi sastre", les dijo. "Lo quería con dos aberturas por detrás y más moderno de lo que lo habían hecho para los demás del equipo. Se notaba que venía de Francia", afirma Vidal.

Sobre su condición de peluquero, Vidal recalca el comentario que le hizo el veterano José Antonio Momeñe: "Siendo peluquero, ¿para qué te metes a correr? Aquí solo estamos los que no tenemos otra cosa".

"En el equipo, Gabica, Perurena y Ocaña ganaban 45.000 pesetas, otros 35.000, pero también estábamos algunos que no cobrábamos nada. Esa era la realidad del ciclismo en aquellos años", apunta.

De Ocaña, al que "los vascos le decían francés", destaca cómo el ciclista de Priego (Cuenca) criado en Mont-de-Marsan se lamentaba: "En España me llaman francés y en Francia me dicen español", una dualidad de la que casi nunca terminó de desprenderse.

"Tenía un temperamento muy pausado, aunque cuando se cabreaba sobre todo en bicicleta no dejaba títere con cabeza, en esos momentos era absolutamente temperamental", dice Vidal.

También tuvo la experiencia de conocer al Luis Ocaña conductor de coches con el acelerador pisado a fondo. "Volviendo de una carrera en Barcelona, Ocaña cogió el R-8 de Perurena que se quedaba allí y pocos kilómetros después, en Igualada, lo había reventado", asegura.

La bici del equipo

Vidal conserva como oro en paño la bicicleta con la que fue profesional, aunque el motivo por el que la tiene no es porque la comprara al equipo al acabar la temporada.

"A la primera concentración fui con mi bici que había montado y la tenía sin estrenar, una Macario con todo el material Campagnolo. La bici del equipo era una Marotías, que en aquel momento era el Mercedes de las bicis y se quedaron mi bici, supongo que la terminaría despiezando Pedro Matxain (director del equipo) y la vendería en su tienda", comenta.

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