FÚTBOL SALA
El ascenso meteórico del Acontebro Tauste FS
El club aragonés ha hecho historia tras proclamarse campeón de la Segunda B y ahora afronta el playoff de ascenso a la categoría de plata del fútbol sala nacional
Su capitán, Miguel Ángel, explica la clave del éxito del equipo: "Nos conocemos de muchos años, estamos muy unidos y damos el 150% de nosotros para lograr los objetivos"

Los jugadores del Acontebro Tauste FS levantan la copa de campeones de Liga. / SERVICIO ESPECIAL
En las dos últimas temporadas, el Acontebro Tauste FS ha pasado de vivir un descenso a Tercera Divisón a prepararse para luchar por el ascenso a Segunda División por primera vez en su historia. El conjunto aragonés comenzó su camino en Segunda B con el objetivo de mantener la categoría, pero tras lograr un 7 de 7 en sus primeros partidos, se pasó de pensar en la permanencia a soñar con algo más grande. El pasado domingo, los jugadores se reunieron para ver el encuentro entre el Zierbena y Otxartabe, esperando una derrota de este último, segundo clasificado, para proclamarse campeón de la categoría: "Nos reunimos todo el equipo a verlo en el bar del pabellón con varios aficionados y lo vivimos con muchos nervios, como si estuviéramos jugando nosotros, porque hasta el último minuto no se decidió el partido, explica el técnico, Carlos García.
Su capitán, Miguel Ángel Campor, habla sobre coómo vivieron el ascenso meteórico en la clasificación a principio de temporada: "Cuando preparamos el proyecto lo hicimos con la idea de salvar la categoría y no sufrir tanto como en años anteriores. Pero a raíz de ir ganando partidos nos lo empezamos a creer y a soñar con algo más. Desde el inicio ganamos los primeros siete partidos, y fue cuando cambió el chip y pensamos que podíamos hacer algo más que solo mantener la categoría y cambiar de objetivo”.
Una de las claves de que el Acontebro Tauste se encuentre en esta situación, como explica Miguel Ángel, es la gran sintonía que existe dentro del vestuario, con jugadores que se conocen a la perfección: "Entre nosotros nos conocemos desde hace muchos años, sabemos bien que somos un club humilde que nos cuesta mucho esfuerzo estar en esta categoría y cada uno se entrega al máximo. Estamos muy unidos y no hay ningún tipo de reproche a nadie, al revés, tenemos muy buen ambiente y damos el 150% de nosotros para lograr los objetivos.
Además, la llegada hace dos años de Carlos García al banquillo, ha propulsado al conjunto aragonés, cambiando radicalmente de contexto: "Llevo dos años, cogí al equipo en Tercera y subimos a Segunda B y este hemos ganado la Liga. Lo más importante para el equipo ha sido la unión que tenemos dentro y fuera de la pista, confiar en el mensaje que se transmitió desde el primer momento y otra de las claves ha sido la confianza que el cuerpo técnico ha transmitido en todos y cada uno de los jugadores, todos han sido importantes a lo largo del año y eso se ha visto en la pista y los resultados, cuenta el técnico.
Para el municipio, tener un equipo en esta posición es motivo de orgullo, y durante toda la temporada la afición ha empujado con mucha fuerza a sus jugadores, sin importar el destino: "Son un punto muy importante, en casa jugamos con 500 o 600 personas, pero en los desplazamientos a Pamplona o Madrid nos han hecho sentir como si jugásemos en casa. Mucha gente nos anima, nos pregunta por teléfono, incluso gente que no está vinculada al fútbol sala se ha enganchado a raíz de los resultados que hemos obtenido. Un pueblo no es lo mismo que una ciudad y los aficionados son amigos, vecinos y conocidos de aquí, explica el capitán.
El equipo conocerá en la última jornada quien será su rival en el primer partido del playoff, pudiendo ser el Zierbena o el Ibarra. Por el momento, el conjunto aragonés solo tiene en mente este primer asalto, en el que no hay preferencias por su adversario. Su entrenador apela a la ilusión como el principal ingrediente para afrontar estas eliminatorias: "Los deberes están hechos, tenemos un playoff ilusionante donde tenemos que ir liberados de toda presión y afrontarlos con mucha ilusión porque si pasamos la primera fase podemos tener un bonito encuentro frente a rivales de otras comunidades.
El Tauste tiene por delante un reto muy ilusionante y cargado de significado para el municipio aragonés: "Es un proyecto de magnitud que puede servir para llevar el nombre de Tauste por toda España y sería una ilusión para el fútbol sala aragonés, local y un exponente enorme para colocarnos en el mapa del deporte a nivel nacional", explica Carlos.
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