¿Quién es el jugador más veterano de Tercera?: "Pocos han metido un gol a los 44 años"

Nunca es un buen momento para dejar de hacer lo que a uno le apasiona, y más si alrededor no tienes ningún impedimento para ello. Con cuarenta y cuatro años y más de un cuarto de siglo de carrera deportiva, Íñigo Pérez Ezquerro es el futbolista de más edad de la Tercera División aragonesa y el zaragozano afronta esta temporada la que todo indica que puede ser su última en activo. Aunque quién sabe, también lo iba a ser la pasada, pero decidió continuar un curso más por un motivo de peso.

«Fíjate que llevo años y años en el mundo del fútbol, pero todavía no había jugado nunca la Copa del Rey», explica Íñigo, que cumplió su sueño de participar en el torneo del K.O con el Cuarte, su actual equipo, ante el Racing de Ferrol hace tan solo unas semanas. 

En ese partido, el veterano futbolista jugó un cuarto de hora que le supo a gloria y que cree que ahora sí podrá retirarse sin ninguna espinita clavada. «Todo viene de la temporada pasada, caímos en el playoff de ascenso a Segunda RFEF contra el Laredo en penaltis. Hubiera sido un final demasiado triste y desde el club (del que es el coordinador) me comentaron la posibilidad de seguir cuando la decisión la tenía ya tomada», recuerda Pérez Ezquerro.

No pudo o no supo decir que no el zaragozano a su Last Dance particular, aunque con unas características especiales. «Soy parte del equipo, entreno con ellos todo lo que puedo, pero no juego todos los partidos ni mucho menos y ni siquiera voy convocado habitualmente. Se podría decir que soy un jugador semiactivo», relata Pérez Ezquerro, que aun así asegura que está y estará dispuesto a «echar una mano» al Cuarte siempre que al equipo le haga falta.

Un gol a los 44

No en vano, y a pesar de solo haber disputado tres duelos ligueros este curso en los que apenas ha sumado media hora de juego, al futbolista le ha dado tiempo a marcar un tanto ante el Caspe. «Fue increíble, quería coger algo de rodaje para la Copa (era el siguiente partido) y tuve la suerte de meter el gol del empate. Pocos podrán decir que han marcado a los 44 años», cuenta orgulloso.

Y eso que el gol, a pesar de ser un jugador de ataque, nunca ha sido su especialidad. «He sido más de pelear, de hacer trabajo sucio y de asistir que de rematar la faena», ríe. «Nunca he sido un delantero egoísta», explica. A pesar de ello, sus goles se cuentan por decenas. «A los 100 creo que no llego, pero he hecho todo lo que he podido», confiesa con sinceridad.

Su larga trayectoria deportiva invita a pensar que Íñigo ha pasado por multitud de clubs a lo largo de todos estos años y, aunque efectivamente son unos cuantos, no han sido tantos. El zaragozano, fisioterapeuta de profesión, comenzó a jugar al fútbol en el colegio Condes de Aragón para pronto fichar por el Stadium Casablanca. Cuando todavía era un chaval, Paco Rúa detectó su talento y se lo llevó al Figueruelas, donde jugó un playoff de ascenso a Segunda B. Después pasó por el Binéfar, el Pontevedra, el Calatayud y el Villanueva para luego establecerse en las que él considera sus dos «casas» en el mundo del fútbol: el Utebo y el Cuarte.

«He sido un jugador al que le ha gustado permanecer en los sitios y creer en los proyectos», asegura Pérez Ezquerro. Es por eso por lo que el futbolista con lo que más se queda de esta etapa deportiva es con las personas. «Al final de lo que te acuerdas es de la gente que te ha acompañado, de los amigos que has hecho, los momentos que has vivido...Con el fútbol se crean vínculos especiales», asegura.

Pero todo camino tiene un final. «Yo tenía una obsesión, retirarme yo del fútbol y no que el fútbol me retirara a mí. Y, a pesar de mi edad, creo que lo voy a conseguir», afirma un veterano futbolista que tiene claro cuáles han sido las claves de su longevidad: «He llevado siempre unos hábitos de vida muy saludables y he tenido suerte con las lesiones. Bueno, eso y que el fútbol es lo que más me gusta».