Baloncesto

La pasión de la ‘nueva leyenda’

Dani Álvarez recibió el reconocimiento a su carrera en el baloncesto el pasado lunes y asegura que ese logro "siempre supone un placer, pero que además sea en tu tierra y rodeado de tu gente más cercana lo convierte en mucho más especial. Estoy muy contento de haber recibido semejante honor". 

Dani Álvarez posa con su premio de leyenda del Baloncesto Aragonés

Dani Álvarez posa con su premio de leyenda del Baloncesto Aragonés / SERVICIO ESPECIAL

Dani Álvarez fue reconocido el pasado lunes como leyenda del baloncesto aragonés y el exjugador no puede estar más orgulloso por haber recibido este premio. "Ser reconocido siempre es un placer, pero serlo en tu tierra y rodeado de tu gente más cercana es mucho más especial. Estoy muy contento de haber recibido semejante honor", comenta. Además, asegura que "tenemos futuras leyendas que ya se están formando y muchos jóvenes con talento. La tradición que tenemos la seguimos manteniendo y los tiempos que vienen serán seguro fantásticos". 

Su dilatada carrera le llevó a Cáceres, Galicia, Menorca, Valencia hasta su retiro en la ciudad que le vio nacer como profesional en el año 2002, y el mejor momento de su etapaen el básquet lo ve muy claro y no tiene ni que pensarlo dos veces, aunque lo divide entre mayor rendimiento deportivo y momento en el que más feliz fue como baloncestista. "Mi mayor éxito deportivo fue cuando ganamos la Copa del Rey en Canarias porque era muy joven y el equipo que teníamos era increíble, pero en cuanto a mi mejor momento deportivo hablando de nivel baloncestístico fue cuando perdimos ante el Granada la Copa porque a nivel personal fue en el momento en el que mejor me encontraba", afirma.

"Mi mayor éxito deportivo fue cuando ganamos la Copa del Rey en Canarias porque era muy joven y el equipo que teníamos era increíble. Y el peor fue el día que perdimos la Recopa, pero ya no solo por perderla, sino también por lo desagradable de toda la situación con los aficionados"

 Y en contraposición, su peor momento fue "el día que perdimos la Recopa, pero ya no solo por perderla, sino también por lo desagradable de toda la situación con los aficionados. Aunque también añadiría mi último año en Cáceres porque fue una temporada llena de lesiones y a partir de ahí ya tomé la decisión de retirarme". 

La cantera aragonesa

En el equipo campeón de la Copa del Rey de 1990 muchos de los jugadores eran salidos de la cantera, pero el propio Dani Álvarez es consciente de la complejidad de que vuelva a suceder algo parecido en el baloncesto actual. "Será muy difícil que en Zaragoza se desarrolle una generación como la mía, pero es porque los tiempos han cambiado y el mercado es mucho más abierto que cuando yo empecé y es una realidad a la que hay que adaptarse". De los últimos aragoneses que han salido de la base, ninguno se ha acabado consolidando en el primer equipo ya sea porque aún son muy jóvenes o porque han salido a otros clubs para seguir creciendo en su carrera y la ‘nueva leyenda’ cree que "ahora mismo me parece que el que está rompiendo moldes es Carlos Alocén porque es el que más talento está mostrando a corto plazo y más si cabe con la lesión tan grave que tuvo". En este aspecto también refleja apenado el hecho de que la mayoría de jugadores formados aquí "no tenemos la oportunidad de disfrutarlos durante mucho tiempo". 

"Será muy difícil que en Zaragoza se desarrolle una generación como la mía, pero es porque los tiempos han cambiado y el mercado es mucho más abierto que cuando yo empecé y es una realidad a la que hay que adaptarse"

Respecto al momento actual del Casademont Zaragoza, el base aragonés opina que en la sección masculina "me parece que el hecho de que con las limitaciones que tenemos sobre todo en el apartado económico, creo que estar en la pomada de poder llegar a la Copa del Rey y competir de esta manera demuestra que la gestión es excelente". Y, por el lado de la sección femenina, "poco puedo decir más allá de que es un rendimiento extraordinario, nadie creo que imaginase que en tan poco tiempo iban a llegar a este nivel". Para él la gran diferencia entre el Casademont y el resto de equipos es el gran ambiente que se vive en el Príncipe Felipe en cada partido. "Es alucinante, la afición en Zaragoza es de las más fieles que existen y son tan leales que me parece increíble".

El baloncesto, como cualquier otro deporte, ha evolucionado de forma avanzada en estos últimos años y para el exjugador la gran diferencia "es el apartado físico, la preparación que tienen actualmente en ese aspecto hace que la técnica casi se quede apartada a un lado, a menos que seas una estrella" y añade entre risas que "viendo el vídeo del otro día en el que salía jugando cuando era más joven me di cuenta de que en el baloncesto actual no tocaría ni la pelota".

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