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La espectacular racha del Casetas: nadie gana en San Miguel

El Casetas, en Regional Preferente, no ha perdido ni un solo partido en su feudo desde que comenzó la temporada. De hecho, ni siquiera le han conseguido empatar, logrando diez victorias en diez partidos. Sin embargo, el equipo cuando viaja muestra otra cara bien distinta que le tiene ‘tan solo’ quinto en la tabla.

Formación del Casetas en uno de los partidos en San Miguel.

Formación del Casetas en uno de los partidos en San Miguel. / SERVICIO ESPECIAL

Arturo Pola

Arturo Pola

Zaragoza

El Casetas recibe este domingo, a partir de las 16.00 horas, al Inter Huesca en un partido correspondiente a una nueva jornada de la Regional Preferente aragonesa. Sería un choque más de los tantos que se disputan cada fin de semana en la comunidad, pero la inmaculada racha que acumulan los locales hacen que muchos, ya desde hace días, pongan especial atención al resultado de este duelo para responder a la siguiente pregunta: ¿Ha perdido el Casetas por fin en San Miguel?

La contestación desde el comienzo de la temporada es siempre la misma. No. Es más, ya no es que los caseteros no hayan caído ninguna vez en su campo, es que ni siquiera han cedido un empate. El balance es impresionante. 10 partidos, 10 victorias, 30 puntos de 30 posibles, 26 goles a favor y tan solo 4 en contra cuando ya ha acabado la primera vuelta de la competición. Resultados que, por descontado, lo convierten en el mejor local de la categoría. «En San Miguel somos un rodillo», afirma exultante Borja Palacios, el capitán del Casetas.

Para explicar este fenómeno que comienza a ser casi paranormal, el futbolista subraya la importancia que tiene para ellos el campo de San Miguel. «Es un campo grande y de hierba natural, que la mayoría de equipos juegan en césped artificial. Le tenemos muy cogidas las medidas», analiza el capitán del Casetas.

El día clave

El entrenador, Víctor Izuel, se muestra más cauto a la hora de analizar la situación. «Si soy sincero, a ciencia cierta no sabría explicar los motivos», aunque apunta al inicio de todo como una de las claves. «Nuestra pretemporada fue muy mala y perdimos el primer partido de Liga. En el debut en casa jugábamos contra el Robres, el máximo favorito para el ascenso. Conseguimos hacer un buen partido y ganar y a partir de ahí empezó la racha. Ese triunfo nos dio alas», recuerda.

Donde concuerdan tanto el técnico como el capitán del Casetas es en el grado de concentración del equipo cuando salta al césped del San Miguel. «Tenemos un punto de ambición más, estamos siempre alerta», reflexiona Izuel. Disfrutemos del momento porque lo que estamos consiguiendo es muy difícil», señala. «Cuando nos toca jugar en casa, el ambiente en el vestuario es distinto. Llevo toda la vida jugando aquí (Borja es de Casetas) y nunca había vivido nada ni parecido», asegura el capitán, que también señala como clave la comunión con una afición que cada día acude en mayor número al campo de San Miguel.

Parece que todo es de color de rosa en el Casetas, pero, sin embargo, el equipo tan solo está en la quinta posición de la tabla. La respuesta, lógicamente, está en los problemas que están teniendo los caseteros cuando les toca viajar. Si en casa el Casetas es, con claridad, el mejor, fuera es de los peores. Un equipo de dos caras bien diferenciadas. A domicilio, solo ha conseguido dos victorias y ha encajado siete derrotas. «Tenemos errores impropios, a veces imperdonables, sobre todo a balón parado», analiza Izuel, aunque también señala al calendario como uno de los posibles culpables. «Hemos visitado los campos más fuertes de la Liga», añade. «En casa no nos rematan ni un córner y fuera muchísimos. Somos más débiles», explica Palacios.

El margen de mejora, pues, está claro para el Casetas si quiere pelear por el ascenso. Pero mientras tanto, el equipo quiere seguir disfrutando de lo que está consiguiendo en su feudo. «Algún día se romperá la racha. Es algo que se habla en el vestuario, pero no lo tenemos entre ceja y ceja, no nos condiciona», advierte Izuel. El Inter Huesca será el undécimo club que pase por el campo de los caseteros y tratará de lograr lo que nadie ha conseguido: puntuar. Algo, a priori, habitual en casi en casi todos los campos aragoneses, pero hasta ahora imposible en el fortín de San Miguel.

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