La zaragozana Cristina Navarro peleará en Toronto por el título mundial minimosca de la WBA

Cuando se encorve para pasar por las cuerdas del cuadrilátero del Gran Casino Resort de Toronto el próximo 7 de marzo, Cristina Navarro ‘La Piccolina’ se estará metiendo en la boca del lobo. Y de un lobo muy hambriento además. Ese día, la púgil zaragozana peleará por el título mundial minimosca de la WBA en casa de la vigente campeona, la canadiense de origen iraní Sara Bailey (5-0-0), una rival temible en la categoría de las 108 libras (48,988 kilos).

El desafío es colosal, sí, pero le va como anillo al dedo a una deportista que desborda ambición. Cinco minutos de charla con La Piccolina son suficientes para llegar a la conclusión de que no está en el boxeo para pasar el rato. Y menos desde que trasladó su residencia a la capital aragonesa el año pasado y se puso en manos de The Boxer Club. Cristina es fotógrafa y por razones de formación y de trabajo ha vivido anteriormente en Madrid, Roma y Mallorca. A sus 35 años, y después de 8 peleas como profesional -seis triunfos, dos derrotas-, la que fuera campeona de España ‘amateur’ en 2022 quiere un cinturón y ha fijado sus ojos en uno de los más preciados.

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Aunque el título minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA, por sus siglas en inglés) tenía una retadora oficial, la mexicana Yesica Nery Plata (30-2-0), The Boxer Club se ha movido con agilidad en las últimas semanas para amarrar una oportunidad única. Nery Plata, ya recuperada por completo de un aborto espontáneo, ha dado un paso al lado transitorio y ha dejado que la zaragozana sea quien intente arrebatarle el título a la canadiense. Eso sí, con la condición de que la vencedora en Toronto el 7 de marzo deberá poner en juego el cinturón frente a ella, probablemente en mayo.

Segunda defensa

Sara Bailey, de 30 años, se proclamó campeona del mundo en abril del año pasado en su cuarto combate profesional y ya ha defendido con éxito el título en una ocasión, en concreto el pasado diciembre frente a la mexicana Anabel ‘Avispa’ Ortiz. Las cinco peleas profesionales de su carrera las ha disputado siempre contra púgiles mexicanas y siempre en territorio canadiense, su país de nacimiento al que migraron sus padres desde Irán, por lo que tiene también la nacionalidad iraní. De hecho, su nombre primigenio es Sara Haghighat-Joo, pero adquirió el apellido de su marido al casarse con él. Stevie Bailey es también su entrenador y mánager.   

La rival de la zaragozana tiene a su vez nacionalidad de Sierra Leona por parte de abuelos. De hecho, en 2022, aún como ‘amateur’ se convirtió en la primera sierraleonesa en ganar una medalla de oro en el Campeonato Africano de Boxeo de Élite. Debutó como profesional ese año, en noviembre, frente a Nayeli Verde. 

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Cristiana Navarro viajará a Toronto el 3 de marzo, solo cuatro días antes de la pelea, junto a su mánager Sergio Pérez y sus entrenadores de The Boxer Club Pablo Iniesta y Javier Pardo. El primero admitió que La Piccolina tendrá pocos días para adaptarse, pero que la ve "absolutamente convencida" de que puede hacerse con el título pese a que la velada sea en terreno rival y ante una gran boxeadora. "Va a estar a tope. Sabe que tiene ante sí una oportunidad de oro y estará física y mentalmente preparada. Seguro", explica Pablo Iniesta. 

El pasado noviembre, Cristina Navarro protagonizó una extraordinaria pelea en el pabellón Siglo XXI de Zaragoza ante la argentina Florencia 'Bicha' Villarreal, quien le puso las cosas difíciles especialmente en los dos primeros asaltos. Pero La Piccolina supo reponerse y dar una clase de cómo se remonta una pelea que tiene mala pinta a base de incorporar todos los conceptos que tanto se entrenan día a día. Los aficionados zaragozanos, entregados también al carisma de la púgil, se dieron cuenta de que ya estaba lista para grandes retos. Y ahora, muy pocos meses después, tiene delante uno que la puede catapultar a lo más alto del boxeo.    

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