Fútbol internacional

Los 'gurús' del balón parado, las nuevas estrellas del fútbol

Los banquillos de la Premier League se han llenado de especialistas como Nicolás Jover, Austin MacPhee, Simon Rusk, Bernardo Cueva, Andreas Georgson, Mads Buttgereit, Gianni Vio o Carlos Vicens

Ross Barkley, del Aston Villa, cabecea un saque de córner ante el Chelsea en un partido de la Premier.

Ross Barkley, del Aston Villa, cabecea un saque de córner ante el Chelsea en un partido de la Premier. / EFE

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Madrid

Eddie Howe no conocía a Andoni Iraola ni tenía referencias de él. Pero un día vio una jugada a balón parado del Rayo Vallecano en la que Isi clavaba un centro plano en el borde del área, donde aparecía Trejo por sorpresa para sacar una volea que terminó en la red desatando la locura en Vallecas. La jugada, que no podía ser fruto de la casualidad, le hizo prestar más atención a aquel equipo de barrio y lo que encontró le enamoró. Desde ese momento Iraola se convirtió en un entrenador de referencia para Howe.

El actual técnico del Newcastle, hombre de moda en Inglaterra, donde acaba de ganar la Carabao, hoy es amigo personal de Andoni. Y cuando los dirigentes del Bournemouth le comentaron que buscaban entrenador, Howe, que fue técnico del club nueve temporadas y lo subió por primera vez a la Premier, no dudó en recomendar a Iraola para el banquillo del Vitality Stadium. Aquella estrategia a balón parado del Rayo le terminó abriendo las puertas de la Premier al de Usúrbil, que actualmente deslumbra con un Bournemouth que pelea por las plazas europeas ante el asombro de toda Inglaterra. De todos, menos de Howe. Hoy Iraola delega el balón parado, lo que en Inglaterra llaman ‘set-piece’ en dos personas: Tommy Elphick y Shaun Cooper. El primero es un excentral de ‘las cerezas’ que se encarga de la defensa en las jugadas a balón parado. Mientras Cooper es quien diseña la estrategia en ataque, donde sus jugadas al palo corto están dando muchas alegrías a su parroquia.

Elphick y Shaun Cooper forman parte de una lista en la que también aparecen Nicolas Jover, Austin MacPhee, Simon Rusk, Bernardo Cueva, Andreas Georgson, Mads Buttgereit, Gianni Vio, Pep Lijnders, Peter Krawietz, Carlos Vicens, Stuart Reid... Si no reconoce a ninguno de ellos, siento decirle que no está al día del fútbol moderno. La nueva constelación de estrellas no se calza las botas ni marca goles, juega al ajedrez en el área diseñando bloqueos, pantallas y señuelos para armar jugadas que producen goles que ganan partidos y conquistan títulos. Son “los entrenadores de balón parado”, gurús que sacan brillo a las pizarras de sus equipos para rentabilizar una suerte del fútbol denostada a lo largo de muchas décadas.

El jugador del Arsenal, Bukayo Saka, hace una indicación a la salida de un córner en un partido de la Premier ante el Bournemouth.

El jugador del Arsenal, Bukayo Saka, hace una indicación a la salida de un córner en un partido de la Premier ante el Bournemouth. / EFE

El Stoke City de Tony Pulis

Durante años el Stoke City de Tony Pulis se convirtió en un icono del fútbol inglés gracias a los saques largos al área de Rory Delap. Un recurso del que sacaron petróleo. Así lo dicen las estadísticas: bajo el mando de Pulis en la Premier, de los 188 goles que marcaron los Potteries 81 llegaron de jugadas a balón parado. Un descomunal 43,1% inalcanzable para cualquier equipo en la actualidad. “Nos llamaban dinosaurios”, recuerda Pulis, “por aquella forma de poner la pelota en el área rival. Recuerdo que un día Wenger lo llegó a calificar como ‘Tácticas de rugby”. Lo cierto es que el Stoke ascendió en 2008 a la Premier y puso en apuros a sus rivales con aquellos córners, faltas y saques largos al área.

Pulis utilizó ese recurso durante toda su carrera de entrenador, tanto en el Stoke como en el Gillingham y el West Bromwich Albion, “donde marcamos el mayor número de goles de córner logrado hasta entonces”. Pulis, que había conseguido la licencia de entrenador con 21 años en 1979, se sumó a los seminarios de la Asociación de Entrenadores de Fútbol de Inglaterra en Lilleshall, donde aprendió la importancia del balón parado gracias a técnicos como Sir Bobby Robson, Don Howe o Dave Sexton. El Crystal Palace de Terry Venables fue uno de los pioneros en ese arte allá por 1980, mientras que el Shrewsbury Town de Graham Turner fue el primero que comenzó a sacar los córners al primer palo.

Han pasado casi 50 años de aquello y ahora no hay equipo de primer nivel que no tenga un especialista a balón parado. Y entre ellos destaca la figura del francés de origen alemán Nicolas Jover, miembro del staff del Arsenal, club en el que ha disparado las prestaciones a balón parado. “Es divertido que el Arsenal de Wenger se haya terminado convirtiendo en el nuevo Stoke City por el balón parado”, apuntaba socarrón Pulis entrevistado por la BBC.

El 35% de los goles de los partidos se marcan en jugadas de balón parado. Y Jover puso el foco en ello. Nacido en Berlín, se crió en Francia y se mudó a Quebec, Canadá, donde a los 20 años estudió una licenciatura en deportes en la Universidad de Sherbrooke. Un centro vinculado a la Universidad de Montpellier. En Quebec estudió minuciosamente los grandes deportes norteamericanos y extrajo enseñanzas tácticas del fútbol americano. Enseñanzas que implementó en 2009 en el Montpellier, club que le fichó como analista de video. Los occitanos ganaron su primer título de la Ligue 1 dos años después con Jover, quien en 2013 alternó su rol en el club con el de analista de video en la selección de Croacia.

Nicolas Jover, el gurú del Arsenal

Nicolas se mudó a Inglaterra fichado por uno de los equipos referentes en la implementación y el uso de la IQ en el fútbol. Jover llegó al Brentford en julio de 2016, y se mantuvo hasta junio de 2019 junto al grupo que sucedió a Dean Smith, liderado por Thomas Frank. Smith, que se dirigió luego al Aston Villa, Norwich y Leicester City y que actualmente está en Charlotte, en la MLS, ya tenía claro que era el camino a seguir: “El papel del entrenador de jugadas a balón parado no es muy destacado, pero en tres o cuatro años, todos tendrán uno. Los clubes están empezando a prestarle atención a estas jugadas. Pero son muy difíciles de entrenar, así que se trata de encontrar a la persona adecuada e inculcar a los jugadores la confianza. Nicolas es un genio que va por delante de todos en este área”, advirtió el día que lo presentó.

El Brentford anotó 46 goles a balón parado en sus tres temporadas. Y antes del Mundial de 2018, el seleccionador inglés Gareth Southgate envió a uno de sus asistentes al campo de entrenamiento de ‘Las Abejas’ para estudiar las jugadas a balón parado que Jover había desarrollado. El famoso “tren del amor”, como bautizó la prensa inglesa a la formación de ataque de su selección, ayudó a Inglaterra a llegar a las semifinales en el Mundial de Rusia.

En la temporada 2018-19 Nicolás compartió oficina con el entrenador de porteros del club Iñaki Caña, quien se integró en el staff de Guardiola en el Manchester City junto a Mikel Arteta, al que Pep eligió de segundo. Caña recomendó a Jover y Arteta convenció al de Santpedor, por lo que diciembre de 2019 Jover llegó al City. Cuentan que Arteta le convenció tras invitarlo a su deslumbrante casa de Mallorca. En su primera temporada en el Etihad, el City redujo el porcentaje de goles encajados a balón parado, del 39% al 20, y en ataque lideró la tabla de goles en la Premier en su primer año. Durante los dos años de Jover en el club generó anotó 16 goles y el berlinés pasó del anonimato a convertirse en una referencia en el banquillo de los sky blues.

La marcha de Arteta al Arsenal trajo consigo la mudanza de Jover a Londres. Cuando Arteta tuvo que suplir la marcha del sueco Andreas Georgson, no tuvo dudas y reclutó a Jover. Georgson, que regresó a Malmö tras pasar solo un año en el norte de Londres, hoy dirige el balón parado en el Manchester United. Ante la marcha de Jover, Guardiola suplió su baja ascendiendo al entrenador del Sub-18, Carlos Vicens. Según desvela el portal Opta, desde la llegada de Jover el Arsenal ha marcado más goles de córner que cualquier otro club de la PremierA final de 2024 sumaban un total de 48 goles, lo que promedia un gol por cada 16,4 córners (6%). Mientras que en los 111 partidos previos a la llegada de Jover, los gunners marcaban un tanto por cada 32 córners. Nicolás disparó su efectividad al doble. Y desde el inicio de la pasada temporada, la 2023-24, el Arsenal ha marcado más goles de córner que el resto de equipos de las cinco grandes ligas europeas. Esos 22 goles le sitúan cinco por delante del segundo, el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, donde Marcel Daum y Simon Lackmann se encargan de ese área.

Mikel Arteta y Nicolás Jover.

Mikel Arteta y Nicolás Jover. / EFE

Jover se ha convertido en uno de los referentes de este ámbito en el que hay nombres de enorme prestigio que el gran público desconoce como el de Gianni Vio, un ex banquero italiano que un día decidió abandonar su trabajo para aceptar la oferta del exportero Walter Zenga y enrolarse como entrenador de balón parado del Catania en 2008. Allí se ganó el apodo de “El pequeño mago”, después de que 17 de los 44 goles del equipo llegasen con jugadas preparadas en la pizarra de Gianni, lo que le permitió salvarse del descenso. Su trabajo en el Palermo, Triestina, Fiorentina, Milan, Brentford, Leeds, Cagliari, SPAL, Tottenham y en la selección italiana campeona de la Eurocopa de 2020, le han permitido labrarse un enorme prestigio en el fútbol. A Vio se le atribuyen 4.830 rutinas de jugada diferente a balón parado. Hoy sigue disfrutando de su pasión en el Watford y no echa en falta su trabajo de banquero.

Las claves: los centrales y las 'artes oscuras'

En el Brentford Jover trabajó mano a mano con Mads Buttgereit, el técnico de jugadas a balón parado del Midtjylland danés, para quien “Nicolas es un genio por su forma de pensar y de inventar soluciones. Siempre tiene una idea precisa sobre lo que necesita el equipo”. En las jugadas a balón parado Buttgereit destaca que “los mejores cabeceando son los centrales. Los delanteros tocan el balón con más frecuencia, pero los centrales desvían más el balón con la cabeza. Están acostumbrados a ese contacto con el balón en la parte frontal de la cabeza y a ganar distancia y altura. Y esos principios hay que aplicarlos al objetivo de marcar goles”.

Otros de los puntos decisivos en las jugadas a balón parado son lo que Stuart Reid, analista independiente que ha trabajado con varios clubes, denomina “Las artes oscuras. Algo fundamental en el éxito de las jugadas en los córners es el bloqueo. Aquí entran las pantallas de los compañeros, las carreras falsas, los movimientos de señuelo y sobre todo involucrar a todos los jugadores en las segundas y terceras jugadas que surgen después del rebote o de que un compañero toque la pelota. El posicionamiento táctico y la agresividad a la hora de buscar la pelota resultan fundamentales para hacer buenos los balones sueltos”. Parece intrascendente, pero tiene una importancia capital. En las últimas 16 temporadas, solo cinco campeones de la Premier han marcado menos del 10% de sus goles de córner.

Y el tercer pilar sobre el que se sustenta el éxito de una jugada a balón parado lo apunta el propio Arteta. “Lo importante es el pase. Tenemos a Declan Rice y a Bukayo Saka, que ofrecen pases increíbles. Todo se basa en el pase y las ganas de cabecear el balón”. Jover además ha 'fabricado' otros lanzadores de jugadas a balón parado como Smith Rowe o un Martin Odegaard que alterna en el borde del área con la esquina. A eso añade la participación de jugadores de envergadura como sus centrales Saliba y Gabriel, o gente que ataca bien el balón desde atrás como Mikel Merino, Thomas Partey o los últimos fichajes, que superan todos de sobra el 1,80: White, Tomiyasu, Nuno Tavares...

Mientras Nicolas sigue afilando su pizarra, en el Aston Villa destaca la figura del melenudo Austin MacPhee, quien además de moverse a la espalda de Unai Emery también ejerce de asistente de Roberto Martínez en Portugal. El Chelsea ha ido a pescar a la que parece la cuna del balón parado, Brentford, donde reclutó al mexicano Bernardo Cueva, que llegó al club inglés desde el Chivas Rayados del Guadalajara para ayudar en el ascenso de ‘las abejas’ en 2021, alternando con la selección de Noruega. Cueva, conocido como “El Gurú de Brentford’, trata de sacar brilló al balón parado del caótico Chelsea y es culpable, entre otras cosas de que Cucurella haya marcado con los blues apareciendo por sorpresa en el área rival. En el Tottenham, otro equipo con tradición en este rol, Nick Montgomery ha heredado el puesto de Vio, y el Everton ha sumado al excentrocampista del Liverpool y de Escocia Charlie Adam a esta responsabilidad. Aaron Briggs (Liverpool), Keith Andrews (Brentford), Mark Hudson (Ipswich Town) o Andrew Hughes (Leicester City) son otros técnicos que afilan las pizarras de sus clubes.

Y todos miran a Jover y a su Arsenal, en el que los jugadores acuden al banquillo a celebrar con él cada gol que marcan a la salida de un córner haciéndole partícipe del éxito. Nicolas confesó a Christoph Biermann en su libro ‘Football Hackers: The Science and Art of a Data Revolution’, que cada vez está más cerca de cumplir su sueño: “Desarrollar un estilo reconocible de jugadas a balón parado, igual que hay estilos de juego”. El Real Madrid, en el que los encargados de esta tarea son Davide Ancelotti y Francesco Mauri, están avisados. Se enfrentan al más astuto. 

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