Baloncesto

El padre acusado de insultos racistas a un árbitro en Zaragoza: "Lo máximo que le llamé es sinvergüenza"

Carlos Arcos niega haber llamado al colegiado "puto negro" y asegura que este le pegó y amenazó de muerte

Imagen de una canasta de baloncesto

Imagen de una canasta de baloncesto / EL PERIÓDICO

Arturo Pola

Arturo Pola

Zaragoza

El padre acusado de haber proferido insultos racistas a un árbitro de baloncesto en un partido infantil femenino se defiende. Carlos Arcos ha contactado con EL PERIÓDICO DE ARAGÓN para dar su versión de los hechos y el aragonés cuenta una versión muy diferente de lo ocurrido, negando los insultos racistas y denunciando una amenaza de muerte.

"Lo máximo que le llamé fue sinvergüenza, en ningún momento le dije 'putonegro' o las cosas que se han publicado. Le dije que se había lucido y él se me quedó mirando con actitud chulesca", explica. De repente, cuenta Arcos, "sentí que alguien me estaba intentando agarrar del cuello. Me lo intento quitar como puedo, pero consigue darme un puñetazo y me empieza a sangrar el labio", relata.

Tras el enganchón, Arcos asegura que "intenté coger el móvil para llamar a la Policía y él me lo quitó y lo lanzó a un banco del Stadium Casablanca. En ese momento lo comienzo a seguir y se puso como un Miura. Me empezó a decir de todo, incluso que me iba a matar", se defiende el padre.

En pocos minutos llegó la Policía y los dos implicados contaron su versión de los hechos a las autoridades. "Él incluso se intentó colar saltando otra vez en el Stadium Casablanca y le frenaron los de seguridad. La Policía, al verme sangrar y como llevaba el cuello, me recomendó acudir al hospital y luego denunciar. Eso fue lo que hice", subraya.

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