Tenis

Alcaraz se corona en Montecarlo

El murciano superó en la final a Lorenzo Musetti después de ceder la primera manga (3-6, 6-1, 6-0)

Carlos Alcaraz.

Carlos Alcaraz. / EFE

Jonathan Moreno

Épico, como todo lo que acostumbra a hacer Carlos Alcaraz. El español se convirtió en el nuevo Príncipe de Mónaco. El murciano superó en la final del Masters 1000 de a un Lorenzo Musetti, que le sorprendió en la primera manga y acabó cediendo ante el huracán español y las molestias físicas que le impidieron rendir al cien por cien en el tercer set. 'Carlitos' supo reconducir un arranque con muchos errores y sacar su mejor tenis para aniquilar la resistencia transalpina. Alcaraz engrosa su palmarés con el sexto Masters 1000 de su carrera.

Manos a la obra y sin titubeos. Carlos Alcaraz rompió al resto el primer juego con una derecha ganadora a la línea. Puño al aire del murciano, concentradísimo desde la primera bola.

Amenazaba lluvia sobre el Principado monegasco, sin embargo, y el cielo encapotó también al tenista español. Los problemas en el servicio, tan recurrentes en el torneo excepto en las semifinales, reaparecieron y Lorenzo Musetti aprovechó los fallos de 'Carlitos' para devolverle el 'break', confirmar su saque y asestar una nueva rotura para establecer el 3-1 en la Rainiero III.

El italiano daba pocas opciones al murciano. Alentado por un público totalmente entregado a su figura, Musetti se veía con confianza, incluso cuando el quinto juego se le complicó tras una remontada de Alcaraz que no se consumó.

Ceño fruncido del español, que se animaba para recuperar la iniciativa, sabedor que pintaban bastos en la primera manga. El tenista de Carrara, por su parte, marmóreo. Impenetrable. Sacó el escudo para devolver cada pelotazo que le lanzaba Carlos y se tomó la licencia de cerrar el primer set con una sutil dejada tras un resto a la línea de su oponente (6-3).

Reacción murciana

Hundió en la miseria Alcaraz a Musetti en un arranque espectacular de segundo parcial. Pragmático el murciano, recuperando la firmeza en el saque y rompiendo a un italiano que no sabía dónde meterse. En un visto y no visto, el marcador lucía un 3-0 favorable para el español. La preocupación desaparecía y la sonrisa de jugón se esbozaba en el rostro del tenista de El Palmar.

Al transalpino no le quedó otra que regresar a lo básico y que tantos buenos réditos le dio en el primer set: servicios potentes y excursiones a la red cuando el resto de Alcaraz se lo permitía. Pero el murciano estaba fino con la derecha y ajustó varias líneas para levantar un 40-15 adverso, asestar una nueva rotura y colocar la segunda manga muy cuesta abajo (4-0).

El set acabó cayendo como fruta madura. El español mantuvo el nivel de acierto, dejando golpes muy plásticos sobre la arcilla monegasca y cerró el parcial en la cuarta pelota que dispuso tras una derecha larga de Musetti (6-1).

Problemas físicos

Soplaba el viento a ráfagas sobre el Principado. El partido había cambiado por completo y Lorenzo Musetti empezó a acusar la fatiga. El italiano estaba rígido, haciendo ejercicios de estiramientos en la zona inguinal derecha y solicitó la presencia del fisioterapeuta para tratar de recuperar sensaciones. La cara del transalpino era un poema. Cedió el primer juego a su saque y Alcaraz confirmó el 'break' acto seguido. Ya no hubo partido. El murciano no forzó la máquina frente a un rival renqueante. Caballero hasta el final.

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