TENIS

El nuevo Papa de Roma es Alcaraz

El español derrotó en la final a Jannik Sinner en uno de los mejores partidos de su carrera

Carlos Alcaraz

Carlos Alcaraz / Italy Photo Press / Zuma Press / ContactoPhoto

Iker Kind

A este nivel no hay quien le gane. Carlos Alcaraz se proclamó campeón del Masters 1000 de Roma después de firmar un partido prácticamente perfecto ante su máximo rival, Jannik Sinner (7-6, 6-1). El español no cedió ni una sola vez su servicio en todo el encuentro y viajará a Roland Garros con la moral alta para revalidar el título del año pasado.

Alcaraz y Sinner llegaban a la final en plena forma. El español reaparecía en Roma tras una lesión que ponía en peligro su gira preferida, pero el nivel mostrado durante la semana demostró que estaba en plena forma para competir y rendir a su máximo nivel en tierra batida.

Por otro lado, el italiano también volvía a las pistas en este torneo, aunque su ausencia no se debía a una lesión, sino a una sanción por dopaje de tres meses. Aun así, como si no hubiera pasado el tiempo, Sinner se plantó en la final sin dar opciones a sus rivales, más allá de perder un set ante Tommy Paul. El Jannik de siempre.

Los dos empezaron de manera similar, ganando los puntos más por errores del rival que por su propio potencial. Muy serios con el servicio, ambos jugadores no cedieron en sus dos primeros turnos. En el tercero, el murciano tuvo la oportunidad de romperle el saque a Sinner, pero su baja efectividad en el resto le impidió conseguirlo.

Parecía mentira que estuvieran jugando en tierra batida, la superficie donde los saques son menos efectivos y se producen más 'breaks'. Sinner y Alcaraz no entendían de eso y se mostraron intratables con sus servicios como si un partido de pista dura se tratase. Tanto los restos del italiano como los del español no lograron incomodar al que servía en prácticamente ningún juego.

Hasta el 6-5 del italiano. El jugador local puso presión desde el resto, a la par que la afición presente en el estadio, y Alcaraz la notó en sus golpeos. Varios errores consecutivos de Charly otorgaron las dos primeras bolas de rotura para Sinner. La afición se olía el set de su jugador... pero Alcaraz gestionó el momento como un campeón. Superó el momento con dos buenos saques que forzaron el error de Jannik y acabó llevando la primera manga al tie-break con la moral bien alta.

De la misma manera que en Pekín, el que se impuso en el juego decisivo del set fue Alcaraz. El español se puso hasta 3-0 en el inicio, gracias a dos grandes saques directos, y supo gestionar esa ventaja hasta poner el 7-5 y el set tras una subida a la red fantástica que culminó un gran trabajo del dos del mundo.

El segundo set fue un total espectáculo del español. Una de las mejores mangas de su carrera, si no la mejor. Dejadas, derechas, cambios de altura con la bola, saques imposibles. Lució todo su arsenal ante un Sinner vencido, superado. 5-0 se llegó a poner el murciano, que amenazó con endosarle un 'rosco' al número uno del mundo.

Una obra maestra de segundo set

El italiano, que siempre destaca por su fuerte mentalidad, estaba fuera de sí, desquiciado ante la magia del jugador español, que por primera vez en un duelo contra Sinner parecía ser el que ganaba el juego mental. Un aspecto fundamental para Charly en esta final y para todo lo que viene en esta gira.

Por muy poco no consiguió el 6-0, pero eso era lo de menos. Después de un juego muy cómodo del italiano, Alcaraz cerró el partido de la misma manera que en el primer set: en la red. Los brazos arriba y la sonrisa de saber que has jugado un partidazo. Venía de una lesión en Barcelona, de perderse Madrid, pero es que en tierra es prácticamente invencible. Al menos jugando a este nivel. El nuevo papa de Roma es español. Y se llama Carlos Alcaraz.

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