Los productores de pollos de Aragón impedirán que entre un pollo en sus granjas a partir de hoy. Es el inicio de la huelga indefinida convocada por la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la Plataforma Avícola Estatal en todo el país para exigir a las empresas integradoras para las que trabajan un contrato tipo homologado. El documento debe garantizar un precio mínimo por pollo y unas condiciones de calidad en el suministro de piensos, entre otras peticiones.

Según UPA-Aragón, el 90% de las 550 granjas aragonesas secundarán el paro, aunque hoy sólo afectará a unas 15 que tenían previsto recibir pollos. El resto de los granjeros seguirá criando la camada que ya se encuentra en sus explotaciones hasta que concluya la cría, que dura unos 45 días. El coordinador regional del sindicato, José Manuel Roche, aseguró ayer que algunas empresas "han amenazado a los productores con hacerles pagar los pollos si impiden su entrada en las granjas".

Roche estima que el paro "será largo porque las integradoras esperarán a ver cómo reaccionan los granjeros" y aseguró que el efecto en el abastecimiento de pollo en el mercado no se notará hasta finales de enero. Según los cálculos de UPA, una gran empresa puede perder cada día de huelga 1,32 millones de euros.