Javier de la Rosa se encontraba ayer en la prisión de Can Brians (Gerona) a la espera de obtener una plaza de régimen abierto y poder ir a la cárcel sólo a pernoctar. La junta de tratamiento del centro penitenciario, dependiente de la Generalitat, le otorgó la semana pasada el tercer grado o régimen de semilibertad, pero aún no ha podido acogerse.

De momento, no hay vacante de plaza de régimen abierto en uno de los centros donde se puede aplicar la medida: Modelo y Wad Ras, en Barcelona, o Quatre Camins, en La Roca del Vallés. El tercer grado permite acudir sólo a la cárcel para dormir --el financiero ha alegado como ocupación laboral que es abogado en ejercicio-- y pasar los fines de semana en el domicilio particular.

Es una incógnita si la nueva condena contra De la Rosa afectará o no a a la concesión del tercer grado penitenciario. Por ahora, la Audiencia Nacional no ha ordenado su encarcelamiento tras el fallo conocido ayer. Cabe recurso ante el Tribunal Supremo, por lo que la resolución no es firme. De la Rosa, además, ha sido condenado por el antiguo Código Penal y podrá disfrutar de beneficios penitenciarios, por lo que la condena efectiva será menor.

G. ALBALAT