La deuda del Estado no cesa de crecer a pesar del equilibrio presupuestario que persigue el Gobierno. En el 2003, el volumen de deuda del Tesoro en circulación será de 320.700 millones de euros (53,35 billones de pesetas), una cantidad que supone un incremento del 23% respecto al saldo de 260.600 millones (43,36 billones de pesetas) existente en 1996, el ejercicio en el que el PP empezó a gobernar.

Se podría decir que entonces cada español arrastraba una deuda de 6.600 euros (1,1 millones de pesetas), fruto de repartir el volumen total por el número de habitantes, y que ahora, la cantidad per cápita será de 7.800 euros (1,3 millones), es decir, 1.200 euros más de carga.

Todas estas cifras resultan sin contar con los pasivos financieros de otros entes públicos, como el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), Renfe o RTVE. El nivel de deuda de esta última alcanzará los 6.085 millones de euros (más de un billón de pesetas) en el 2003.

NIVEL RELATIVO Estos datos, sin embargo, no son incompatibles con el mensaje oficial sobre la continua reducción del peso de la deuda del Estado. En relación al producto interior bruto (PIB), se ha pasado del 58% de 1996 al 44% previsto para el ejercicio 2003.

Para el conjunto de las administraciones públicas, se ha pasado desde el 68% del PIB hasta 53% previsto para el año próximo. El Gobierno estima que en el 2006, el nivel caerá hasta el 47%. El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, ha afirmado, incluso, que si prosigue el actual saneamiento de las cuentas públicas, la deuda pública española será inferior al 20% en el 2015. Este dato, según el máximo responsable de Economía, desmiente las consideraciones de la Comisión Europea sobre la insostenibilidad del sistema español de pensiones.

En la Unión Europea (UE), el nivel medio de deuda será el 69% el año próximo. Para ingresar en la moneda única, los criterios de convergencia exigidos a los aspirantes imponían un tope del 60%. Según Rato, "España se sitúa entre los países con menor nivel de deuda". Según el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, "la deuda ha dejado de ser una pesada carga para el funcionamiento del Estado".

En la reducción del peso de la deuda han jugado diversos factores. De una parte, el esfuerzo de reducción del déficit público en los últimos años ha llevado a una menor necesidad de endeudamiento por parte del Estado. Además, la fortísima reducción de los tipos de interés ha permitido liberar recursos para amortizar de forma anticipada deuda más cara y sustituirla por otra más barata. El coste medio de la deuda se sitúa ahora en el 5,3%, frente al 9,5% de 1995.