La reacción de los 40 empresarios, economistas e intelectuales portugueses a la entrada de capital español ha recibido contestación en el interior de Portugal, por parte de las empresas más internacionalizadas y de asociaciones de jóvenes empresarios. "Estas preocupaciones pueden sólo ser una excusa para privilegiar los intereses de algunos empresarios", afirma Augusto Mateus. El exministro de Economía asegura que la estrategia debe ser otra: ver la península como una unidad económica y "hacer de Lisboa uno de los tres grandes centros de decisión, al lado de Madrid y Barcelona, para que pueda atraer inversiones extranjeras de fuera de la península".

El vicepresidente del Círculo de Economía, Antón Costas, afirma que el manifiesto responde a una reacción "exacerbada, pero también lógica.